El área comercial de Carballo suma otro retraso, ahora por falta de luz

La futura área comercial y párkin subterréneo de Carballo, entre las calles Vázquez de Parga, Concepción Arenal y Colón-Esquío, ya está terminada hace meses. Faltan detalles, y sobre todo que se instalen las empresas, las pequeñas de la primera plata y la más grande de la de acceso. Pero aún habrá que esperar a verla en funcionamiento. Meses. «Con sorte, en marzo, ou seguramente en abril», confesaba ayer, ya resignado, su promotor. Falta solo un trámite para concluirla, pero es básico, el enganche de electricidad. En realidad, también faltaba en el verano, pero todo sigue igual. La maraña burocrática ha ralentizado por enésima vez la finalización. Cuando no han sido temas judiciales, ya solventados, fueron modificaciones de la licencia o, incluso, la demora en aprobar el PXOM. Muchos aspectos que han ido sumando para restar plazos en la apertura, cuya dilación ni se intuía cuando los trabajos empezaron en agosto del 2016, tras superar otros muchos obstáculos que a su vez ralentizaron el inicio de este proyecto privado, el mayor en el casco urbano y de los más importantes de la Costa da Morte en su conjunto. El hecho de invertir su propio dinero, con la tranquilidad que supone sin depender de medios ajenos con plazos como guillotinas, es lo que explica que la iniciativa haya salido adelante. De otro modo, estaría ya ahogado por deudas e intereses.

El problema de la electricidad es capital. Una de las empresas interesadas en instalarse necesita un suministro importante de energía, lo que unido al resto de demandas obligan a una conexión de alta tensión, que debe facilitar Naturgy, con un enlace en la calle Valle Inclán, a lo largo de la Concepción Arenal. El permiso para la obra llegó finalmente la semana pasada, y si todo va bien (aunque hablar de fechas en esta obra es ya toda una aventura) los trabajos comenzarán la próxima semana. Seguramente, ya el martes. No deberían durar más de un mes, pero después quedará aún pendiente otro largo proceso burocrático en el que toman parte el propio promotor, Naturgy, Industria y la principal compañía que se instale, cuyo acuerdo parece ya cerrado, aunque el empresario prefiere no adelantar nada hasta que esté todo cerrado. Eso llevará algunos meses más, de ahí la estimación de marzo o abril como remate final. Atendiendo a las previsiones iniciales, hace ya más de un año que todo debería estar acabado.

Plaza, ascensores y escalera mecánica

Dos plantas de aparcamiento subterráneo y dos (baja y primera) para una gran firma comercial y otros comercios pequeños en la última. Es lo principal, pero estará complementada por elementos como una escalera mecánica, entre la plaza superior de 1.600 metros cuadrados (también terminada) y el bajo comercial, lo que permitirá pasar en muy poco tiempo de la Colón a la Vázquez de Parga. Para acceder al aparcamiento se habilitan unos ascensores.

Dos plantas de aparcamiento subterráneo

A mediados del verano, la idea era que el aparcamiento subterráneo pudiese entrar en funcionamiento en septiembre. No era descabellado, porque todo estaba ya listo. Un paseo por las dos plantas subterráneas así lo corroboraba: 150 plazas en total, todas pintadas y numeradas, con espacio suficiente (cinco metros de largo por dos y medio de ancho) para maniobrar o coches de gran tamaño. Pasillos holgados y entrada y salida por la calle Vázquez de Parga. A veces, cuando el portalón está abierto, se pueden adivinar esas formas. También los baños están acabados. Mucha luminosidad en todos los rincones, y eso que la iluminación es de obra. Solo faltaban las máquinas automáticas de acceso y pago. Y aún faltan. También (importante) definir los precios por hora de estacionamiento, porque habrá otras reservadas a los comercios que se instalen (para que hagan ofertas a sus clientes) y aparcamientos de residentes. Y todo sigue igual. Así que hasta la primavera no funcionará el primer aparcamiento de pago de la comarca en ámbito urbano.

Paciencia

La Voz

---

---

---