El Artai júnior, un equipo de hermanas

Melissa Rodríguez
melissa rodríguez CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

Ana Garcia

Tres parejas de jóvenes de Carballo y Coristanco comparten, además de los genes, el conjunto de baloncesto carballés

12 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Que una pareja de hermanas coincida en un mismo equipo de baloncesto de categoría inferior a sénior es de por si difícil, y que lo hagan tres es ya casi misión imposible. En cambio, en el conjunto júnior femenino del club Artai de Carballo, el Carnicería Daniel Artai, se da el curioso caso. Sabela y Carla Teixeira León, Sara y Elena Couto Fraga -todas de Carballo-, y Enma y Uxía Suárez Viña, de Coristanco, forman, junto con otras 8 jugadoras, este cuadro que aspira a mucho en su segunda temporada en Segunda División A Coruña.

En la campaña de su debut quedaron quintas en la fase de ascenso y se alzaron con la Copa Primavera Coruña. En la actual, llevan tres victorias y solo una derrota, contra el líder, el Básquet Coruña, en cuatro jornadas disputadas (van 5). En la última, se impusieron con mucha ventaja a Los Rosales (68-28). Así es que ocupan la segunda posición en la tabla de marcas, pero ya han sido líderes en dos ocasiones, coincidiendo con el arranque liguero. La clave del éxito está, entre otras cosas, en la experiencia de estas tres parejas de hermanas. Han crecido como jugadoras y como personas en el club carballés. Y aunque pertenecen a distintas categorías (cadete, infantil...), juntas se entienden a la perfección.

Sabela y Carla Teixeira León

Sabela tiene 17 años y Carla 15, pero ambas se iniciaron con 9 al baloncesto. La mayor decidió probar con un grupo de amigas, y luego acabó contagiándole «la pasión» a la pequeña. Sabela es alero mientras que Carla alterna posiciones. Dicen estar «muy contentas» por compartir equipo, aunque para ellas ya es algo «de costumbre»: «Desde que Carla era muy pequeña la subían a mi equipo porque en el de ella eran pocas», cuenta Sabela. No lo cambian por nada en el mundo: «Es cómodo para ir a entrenar y a los partidos. También podemos prepararlos ya desde casa, y por supuesto, luego comentarlos. Somos como compañeras, pero hay más confianza para decirnos los fallos», relatan.

Sara y Elena Couto Fraga

En el caso de Sara y Elena, la diferencia de edad es mucho mayor: tienen 17 y 13 años, respectivamente. Del mismo modo, también se iniciaron en este deporte con una edad distinta: Sara, a los 10 años, mientras que Elena mucho antes, a los 6. ¿El motivo? Que la pequeña no se perdía ni un solo partido de su hermana, que es base. De ahí nació su amor por este deporte y su buen hacer en la cancha, pues siendo infantil y escolta o base, según toque, es la máxima anotadora del equipo, explica Joaquín Moreira, presidente del club y entrenador del Carnicería Daniel Artai. «Es la que tiene más potencial. Ya se la quisieron llevar dos clubes este año», añade. Su hermana lo confirma: «Tiene mucha facilidad para el tiro largo, y en general, para el baloncesto». Lo de que la pequeña de la casa supere a la grande dice, entre risas, llevarlo bien: «Al jugar en dos categorías superiores a la suya aprende mucho e incluso me dice los errores que cometo».

Enma y Uxía Suárez Viña

Esta tercera pareja de hermanas es la única de otro Concello distinto al de Carballo, Coristanco. Enma es pívot y tiene 17 años, mientras que su hermana Uxía es alero, escolta y base con 14. Ambas comenzaron a practicar el baloncesto con 6 años por recomendación de sus padres, pero al final los años fueron pasando y ellas decidieron quedarse con este deporte. «Es la segunda temporada no consecutiva que jugamos en el mismo conjunto. Nunca antes nos había pasado esto, y la verdad, es que lo llevamos bastante bien. Nos gustaría seguir siempre así porque jugamos mucho mejor juntas, y en general, todo es más fácil», cuentan.