Los muertos no estuvieron nada solos

La Voz

CARBALLO MUNICIPIO

BASILIO BELLO

Los cementerios de la Costa da Morte se llenaron de flores y de vecinos

02 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Al contrario de lo que proclamaba Gustavo Adolfo Bécquer en una de sus rimas, los muertos en la Costa da Morte no estuvieron ayer, en absoluto solos. De hecho, las visitas a los cementerios de la zona se han multiplicado desde hace ya unos días. A partir del lunes, cuando las floristerías empezaron a entregar los encargos, se inició el trasiego a los camposantos, que ayer estuvieron más adornados que el resto del año. En Carballo, el momento álgido fue durante la misa de la tarde, la más concurrida, pero a primera hora de la mañana ya había cola para entrar. El cementerio abrió, como siempre, a las 10, pero quizá por la coincidencia con el mercado semanal hubo más interés por acudir temprano que en otras ocasiones.

A pesar de todo, no consta que se produjera conflicto alguno, incluso en las necrópolis que han sido actualidad en los últimos días, como es el caso de Sísamo. Una vez confesó la persona que tiró las flores y un grupo de vecinos pudo vengarse, las aguas volvieron a su cauce.

Floristas y curas

Los que más han trabajado estos días han sido los floristas, que han tenido que recurrir a almacenes provisionales o incluso la acera para poder tener espacio en sus tiendas. También los sacerdotes han hecho horas extras. La agenda que tenía para ayer y hoy el párroco de Zas, Francisco Gómez-Canoura, era un auténtico tour de force, puesto que tenía previsto visitar diez parroquias.

De todos modos, como todos los años, lo principal ha sido limpiar y adornar los cementerios para recordar y honrar a los fallecidos. A todos los cementerios han acudido familias enteras, muchas de las cuales residen lejos de sus lugares de origen, por lo que la jornada de ayer fue de mucho trasiego en las carreteras y, sobre todo, en el entorno de los cementerios, pero no hubo atascos importantes, aunque en algunos casos fue necesario la intervención de la policía local para regular el tráfico, como ocurrió en la zona de As Labradas, en Carballo.