El dueño del Dubra dice que ofreció a la denunciante hacer mediciones en su casa

Antonio Longueira Vidal
T. Longueira CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

El Concello de Carballo tiene decretado el cese de este local de forma temporal

29 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Eloy Canay Pazos, gerente del Dubra, local cuyo cese de actividad decretó el Concello de Carballo de forma temporal por incumplimiento de la normativa sobre ruidos, dio su versión de lo ocurrido. Lo hizo a través de un escrito en una red social.

Explicó que abrió el local hace algo más de un año, «remodelando uno de los cafés emblemáticos de siempre y dándose una nueva dimensión a la actividad». Dijo que se había elaborado «el correspondiente proyecto y se solicitó todas las licencias y permisos pertinentes». Y añadió: «Pusimos especial atención en las medias de aislamiento acústico y aunque quisimos efectuar mediciones durante las obras en el edificio colindante para asegurarnos de que la actividad no causase ninguna molestia, los ocupantes de dicho edificio nunca nos permitieron acceder al mismo para hacer las comprobaciones. El técnico vino hasta tres veces, pero en ninguna, insisto, en ninguna ocasión se nos permitió acceder para hacer una medición. Una vez finalizada la reforma, y con la documentación en regla, los técnicos municipales verificaron que todo estaba en orden y el Ayuntamiento nos concedió la licencia para la actividad».

Según Eloy Canay, «en mayo de este año los ocupantes del edificio colindante nos denunciaron por exceso de ruido en la terraza. En cuanto el Ayuntamiento nos lo comunicó, cerramos la terraza, retiramos los altavoces y la televisión y dejamos el espacio sin utilizar». Sin embargo, «el Ayuntamiento hizo mediciones en todas las plantas, excepto en la planta baja, y, al ser el volumen superior al permitido, acordó la paralización y cese de la actividad como medida cautelar. Como en la planta baja no habían realizado mediciones, solicité que se nos permitiera, al menos, continuar con la actividad de cafetería, a lo que el Ayuntamiento accedió verbalmente, para, finalmente, dictar una resolución por la que, manteniendo la paralización, se acordaba hacer una nueva medición en la planta baja, sin saber si el nivel de ruido en la planta baja está dentro de los rangos legales o no, el Ayuntamiento insiste en mantener el cese cautelar de la actividad».