El injusto estigma de Carballo

CARBALLO MUNICIPIO

03 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Si un tipo le pega tres balinazos a una mujer para robarle el bolso en Carballo aparece ya rápidamente en el horizonte del lector el nombre de moinante de por medio. En tono despectivo, tremendamente despectivo como si los 31.000 vecinos de Carballo fueran todos unos delincuentes. Claro que si es un tipo que reside en la calle Francisco Catoira de A Coruña el que anda a balinazos con un cliente que degusta una ración de pulpo en una terraza todo queda en una simple anécdota más de la que todo el mundo, más o menos, se hace eco. Nadie habla en tono peyorativo de los Mallos, la Sagrada Familia, Elviña, Labañou el Barrio de las Flores...

Lo mismo sucede si roban la máquina tragaperras en una cafetería coruñesa. A nadie se le ocurre poner un adjetivo calificativo al supuesto autor de esos hechos y mucho menos si el detenido es de A Coruña o del área metropolitana. No se etiqueta de forma despreciativa a toda una ciudad por culpa de una panda de delincuentes. Ahora bien, que el autor del robo en «La Coru» no sea de Carballo, porque entonces arranca la serenata de siempre. Es la doble triste vara de medir de las cosas y, todo ello, en función del lugar de nacimiento que refleje el documento nacional de identidad del arrestado o investigado de marras.

Por desgracia, y ya cansa, Carballo y los carballeses han tenido que convivir y soportar un estigma que no les corresponde. Ni esto es el Far West, ni los carballeses andan en taparrabos, ni aquí la gente se dedica al estraperlo o a delinquir. Porque claro, en el otro lado de la balanza están empresas potentes, que vende sus productos por todo el mundo y que son un referente, no solo nacional, sino internacional. El Grupo Calvo, por mucho que algunos traten de forma injusta e injustificada taparlo en el ránking, es la segunda conservera de Europa y la quinta del mundo que da empleo a más de 5.200 familias y roza los 800 millones de facturación anual. Y así, decenas de ejemplos de emprendedores que fabrican productos Made in Carballo, para vender por todo el mundo. Hasta Inditex ha escogido la comarca, en este caso A Laracha, para consolidar su actividad. Pero la triste y puñetera realidad es que Carballo no logra quitarse el sambenito que le cuelga desde hace ya muchos años. Y de forma injusta e injustificada. Y todo esto lo escribe y piensa un tipo que nació en Barcelona hace casi 47 años, vivió 35 en A Coruña, que en la actualidad reside en el Barrio de las Flores y que lleva desde el 22 de diciembre del 2010 trabajando en la delegación de La Voz en Carballo. Residió cinco años en Carballo y se siente muy a gusto y orgulloso de trabajar en Carballo y con los carballeses.