Elevan a dos años y medio la condena para un carballés por agresión sexual

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZCARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

Quince meses los pasará en un centro de menores y otros quince en prisión

02 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La Audiencia Provincial lo tiene ahora tan claro como en julio lo tuvo la titular del Juzgado de Menores de A Coruña. Un joven carballés, que en la actualidad tiene 18 años, obligó, el 12 de junio del 2017, a una menor a que le hiciese «una felación», pues de lo contrario la «mataría». El condenado, previamente, la había sujetado de los brazos, le había dicho que apagase el teléfono móvil y la había amenazado con matarla si gritaba. Para consumar la agresión le puso una navaja a la altura del cuello. La víctima, «atemorizada», se la hizo. En el momento de los hechos, el agresor tenía 17 años y la víctima, apenas 14.

Se conocían y tenían cierta relación de amistad. Sobre las cuatro menos cuarto de la tarde del 12 de junio del 2017 ambos quedaron a través de WhatsApp. La menor bajó de casa y le dijo a su madre que iba a dar una vuelta y que regresaría pronto. Se fueron caminando hacia la zona en la que se ubica la antigua urbanización abandonada de Costa Nariga. En un descampado se perpetró la agresión. Así constan los hechos tanto en la sentencia dictada en primera instancia por el Juzgado de Menores de A Coruña como ahora en el fallo de la Audiencia Provincial.

La pena inicialmente impuesta al agresor fue de dos años de internamiento en régimen cerrado, otros dos años de libertad vigilada, una orden de alejamiento de 400 metros de la víctima «por un delito de agresión sexual y otro de lesiones leves» y una indemnización a la víctima de 6.000 euros por daños morales.

La defensa del acusado recurrió el primer fallo del Juzgado de Menores ante la Audiencia Provincial. El abogado basó su recurso en, según él, las «contradicciones» aportadas en el juicio por la víctima. En concreto, habla de una «defectuosa valoración» de los hechos, además de que la menor no logró, entre otras cosas, aclarar en la vista oral si se trataba de una navaja o de un arma blanca de grandes dimensiones.

Pero el tribunal de la Audiencia Provincial tiró por tierra sus argumentos. Considera que «no existe motivo para dudar de la veracidad de las declaraciones de la víctima», además de que «los restos de semen en la ropa interior de la víctima [pertenecientes al agresor al 99,9 %]avalan su versión». Es más, el tribunal insiste en la doble versión facilitada por el condenado: primero negó la agresión sexual y en el juicio dijo que habían sido relaciones consentidas.

La acusación particular también recurrió el primer fallo de dos años de internamiento en régimen cerrado. Y la Audiencia Provincial le ha dado la razón a la víctima al entender que «por la edad del menor (tenía 17 años el día de los hechos) la pena podría ser de 6 años de prisión «y dada la gravedad de la conducta observada, con una agresión sexual con empleo de arma blanca a una niña de 14 años», el tribunal decidó elevar la medida de internamiento a 2 años y 6 meses. Según el entorno de la víctima, «serían 15 meses en un centro de menores y otros 15 en prisión».

Dieciocho denuncias contra el acusado por quebrantar la orden de alejamiento

El ahora condenado pasó cuatro meses ingresado en un centro de menores e A Coruña como medida preventiva tras ser detenido. A finales de octubre del pasado año quedó en libertad provisional con medidas cautelares: una orden de alejamiento de la víctima de 400 metros y otra de no poder comunicarse con ella ni por carta, ni por teléfono móvil ni a través de las redes sociales. Pronto comenzaron las denuncias por parte de la víctima y su entorno contra el ahora condenado por romper la orden de alejamiento. Una tras otra hasta 18. Dos están prácticamente resueltas desde el punto de vista jurídico y restan otras 16 por analizar. En el entorno de la víctima esperan que estas denuncias supongan un incremento de la pena de prisión decretada por la Audiencia Provincial.