El caudal es muy bajo en numerosos cauces, a pesar de un invierno y los primeros meses del verano muy lluviosos
25 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El final del verano tan seco empieza a notarse en los ríos. De momento, solo en el escaso nivel de muchos de ellos, sin más consecuencias. El suministro aún está garantizado. Protección Civil de Carballo, que el año pasado no daba abasto en llenar depósitos, no ha recibido ningún aviso. Los dos depósitos municipales se llenan sin problemas, y no se ha dado orden de cerrar las fuentes. Todo normal, por ahora.
Pero llueve poco, o no lo hace. En la estación meteorológica de Rus se han acumulado cuatro litros por metro cuadrado de lluvia en lo que va de mes, pero es que 3,7 cayeron el día 21. En la de Malpica van 7, y esa jornada fueron 6,6. El embalse de Fervenza está al 40 %, cuatro puntos menos que hace un año, aunque un poco por encima de la media de los últimos diez. En Salto, un tramo junto al refugio de Santa Irena está cubierto de vegetación, una fina capa sobre apenas un palmo de agua. En O Mosquetín es posible caminar por el lecho sin problemas junto a Os Batáns, aunque en este caso siempre ayudan las canalizaciones a la piscifactoría. En San Cremenzo de Pazos, los centenarios pasos de piedra del río que viene de Gándara tampoco son precisos para cruzar, casi se puede hacer a pie sin mojarse. Y como este, muchos otros casos en los ríos de la comarca.
Donde sí existen problemas graves con el suministro de agua potable es, una vez más, en la urbanización de Monte Xalo, entre Carral y Cerceda. Los cerca de medio millar de residentes durante el verano solo disponen de servicio dos horas al día: desde las 19.00 a las 21.00 horas. Por suerte, una gran parte de los afectados cuentan con pozo de agua propio para abastecerse durante las sequías. Los que carecen de esta alternativa solo disponen de dos horas para fregar, ducharse o limpiar los baños y las cocinas.