El CCA de Carballo acertó en la ubicación del mercadillo y logró elevadas ventas y asistencia

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

BASILIO BELLO

Las gangas atrajeron a mucho público de toda la comarca

24 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Incluso los más descreídos cayeron ayer rendidos ante la evidencia. La primera planta del mercado de abastos de Carballo resultó ser la mejor ubicación para el mercadillo del CCA. Mary Suárez no tenía nada claro que prescindir de la clásica carpa y hacer que la gente subiera la escalera fuese a dar resultado. Pero no le quedó más remedio que dar la razón a Mari Carmen Freire, gerente de la entidad de comerciantes. «Estabamos tres persoas, pero as 11.30 do sábado tiven que chamar á tenda para que viñeran máis porque non dabamos feito», explicó. Tal fue la aglomeración de gente que tuvieron que hacerse con un ventilador para aguantar el calor y la noche del sábado se vieron obligados a reponer mercancía.

Finales de septiembre no es tiempo de venta de ropa. «Hai que comprar os libros, a roupa do colexio...», decía otra comerciante sorprendida por la cantidad de público que acudió desde primera hora del sábado.

Solo fueron una veintena de comerciantes los que se aventuraron al cambio, pero los que lo hicieron quedaron más que satisfechos. Sonia Mañana, de Miriñaque, aseguró que valió la pena el esfuerzo. También en su cara se reflejaba la satisfacción por las buenas ventas.

Aunque no todos se iban satisfechos. Los hombres se quejaban de que apenas había ropa para ellos. «Todo é de neno e para mulleres», se lamentaba uno. Razón tenía, sobre todo en el caso de la moda infantil, un auténtico gancho para familias enteras que acudían a vestir a las criaturas por mucho menos de lo habitual. El ascensor del mercado hizo decenas de viajes transportando carritos de bebé.

Sonia Castro, de Atelier, también se llevó una «sorpresa», aunque agradable. Contaban con que se vendieran más las prendas de otoño o invierno, pero «la gente se ha llevado lo que le gustaba sin problema, independientemente de si era o no veraniego».

No solo fue una fórmula para que los comerciantes del CCA pudieran sacarse de encima la mercancía que tenían almacenada a unos precios extraordinariamente bajos, sino que atrajo a mucha gente al centro del pueblo y no solo personas de Carballo, sino que vinieron clientes de toda la comarca atraídos por las gangas.

Se notó incluso por la calle. La inactividad de las tardes de domingo en Carballo se volatilizó e incluso el sábado hubo muchísimo más movimiento del que es habitual. Parece que la segunda edición en la planta del mercado está asegurada.