El único radar fijo de la zona en una carretera convencional sigue sin empezar a funcionar

s. g. rial / j. m. pan CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

Ana Garcia

Situado en Entrecruces (Carballo), no hay de momento fecha para su puesta en marcha

22 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El primer y único radar fijo situado en una carretera convencional que hay en la zona aún no funciona, según confirmaron fuentes de Tráfico. Está instalado en la carretera DP-1914, que une Carballo con Portomouro. En concreto, entre Casaldares y A Taboada, en la parroquia de Entrecruces, en plena recta antes de las peligrosas curvas en dirección a Santiago. Fue colocado en su lugar el pasado 2 de julio, en medio de una amplia expectación de los conductores, como manifestaron en centenares de comentarios a través de las redes sociales. Y, a pesar de que no controla aún la velocidad de los vehículos, ejerce un efecto atemorizador evidente entre los conductores: no hay más que observar la zona unos minutos para comprobar la reducción de velocidad, que en todo caso ya es obligatoria a pocos metros en ambos sentidos, con las limitaciones a 50. No hay fecha aún para saber cuándo funcionará.

No está operativo ni este ni los otros diez similares que se han ido instalando en Galicia en los últimos meses, todos ellos en tramos con riesgo elevado de accidente en carreteras convencionales (no autovías ni autopistas). Una de sus particularidades es que, aunque son fijos, se pueden trasladar de lugar, porque no están anclados y se pueden desplazar en caso necesario con un camión grúa, en función de las necesidades.

De todos modos, aunque este radar aún no esté operativo, esta vía al completo (29 kilómetros) es una de las más vigiladas de la comarca, especialmente entre Ardaña y Entrecruces, ya que se ha incluido en los tramos de máxima peligrosidad y en ambos sentidos. Además de las numerosas limitaciones de velocidad, los radares móviles de la Guardia Civil de Tráfico son habituales todas las semanas.

Avisos

Los tramos controlados por estos aparatos se eligieron teniendo en cuenta su peligrosidad, accidentalidad y excesos de velocidad detectados en los últimos años. El radar medirá la velocidad en un solo sentido. Tendrá una señal previa de aviso para los conductores, aunque dada su altura (unos tres metros) ya son muy visibles a cierta distancia. Además, la propia DGT anunciará con antelación cuándo se pondrá en marcha.