Alfombras de color y de calor

Santiago Garrido Rial
S. G. RIAL CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

La fiesta carballesa arrasó en todos los sentidos

03 sep 2018 . Actualizado a las 23:07 h.

Más calor, más asistentes, más fervor. Así se puede resumir la Festa da Milagrosa de Carballo, celebrada el domingo en el barrio del mismo nombre, una cita inexcusable en el calendario (primer domingo de septiembre) para miles de carballeses y de parroquias limítrofes. Los habituales saben de sobra que el calor es una característica esencial. Da igual que caiga el 2 o el 7: aquello es un horno. Toca lluvia o nublado solo uno de cada diez años, más o menos. El resto es demoledor. Pero la del domingo fue una prueba de fuego. Pena más de más árboles: las sombra de los pocos que quedan estaban pilladas. O de más carpas: la de la comisión, lo mismo. Atención a los fieles: el año que viene habrá otra justo frente al palco de la misa. Lo adelantó ayer el párroco, José García Gondar. Incluso se pensó en cambiar el horario de la cita religiosa, pero finalmente habrá techo. Es necesario, a riesgo de que a alguien le dé una lipotimia. O de que baje la asistencia a la zona central, como esta vez (creciendo el resto). Había sillas vacías, lo nunca visto, con funcionistas (no llegan a 100) que preferían escuchar el oficio a unos metros.

El calor forma parte de la esencia de la fiesta. Lo mismo que las bombas, al final de todo. Pero también lo hacen las alfombras florales. Las mayores y mejores de la Costa da Morte. Primorosamente elaboradas, habitualmente con una temática específica, esta vez primó la armonía, la geometría, la estética. Una delicia para la vista, para disfrutarla antes de la procesión, o durante ella, con el privilegio para los funcionistas de poder pisarlas mientras se van turnando en portar la Virgen. Ahora, de un modo más efectivo que antes. Fue una procesión rápida. En una jornada así, a 33 grados, se agradece el nuevo itinerario, el corto, pero aún hay quien echa de menos el más largo, el de antes. Debería depender del cielo.