Un aluvión de comensales acudieron a la cita, que desbordó sus previsiones: ¡míralo en imágenes!
19 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.A falta de contabilizar las consumiciones y el devenir de la noche, puede decirse que, al menos hasta eso de las siete de la tarde de ayer, la 21.ª edición de la Festa do Berberecho de Baldaio resultó todo un éxito. Ya a mediodía se podía ver el gran lleno que registraba la carpa, donde los comensales se afanaban en dar cuenta de las diferentes preparaciones: al vapor, en salsa o en empanada. No obstante, las palabras de José Antonio Vilariño, cabeza visible de la organización de la cita, así lo confirmaban también pasado el mediodía de concurridas degustaciones: «Si, se así se pode dicir, a tope». Podrían haber deseado reunir aún a más gente, pero sería difícil, tal y como él mismo reflexiona: «Non habería onde metela», ríe. Este año la cola llegaba hasta la carretera, describe.
Todo se puso más o menos de cara. Esto es, la alianza entre un producto de gran calidad, el berberecho, que tiene muy buena fama; un paisaje único; y un día espectacular, con el cielo azul. Tan solo algo de viento, «pero aquí aínda fai abrigo». Sin problema, pues.
Imposible el cálculo
Facilitar cifras de asistencia a media tarde resultaba imposible, pero de la «invasión» de fieles a la gastronomía y al encuentro de Baldaio da buena cuenta el hecho de que hubiese que reponer material. Berberecho, empanada y también cerveza, tal y como detallaba Vilariño. Todo se preparaba así para la noche, cuando quienes quisieran podrían entregarse de nuevo a las degustaciones y la música: «Parecíanos que tiñamos abondo, pero houbo que ir a máis». En la organización están obviamente satisfechos por la respuesta a esta 21.ª edición, cuatro lustros muy bien llevados. Una decena de mujeres trabajaron ayer en la cocina, pero el trabajo organizativo empezó mucho antes de la cocción, con todos los preparativos previos.
La Festa do Berberecho, organizada desde la Asociación Deportiva, Cultural e Recreativa Baldaio, parece que ha emprendido un nuevo tiempo de auge. Si el año pasado fue «fóra de serie», como decía el presidente de la entidad hace unos días, ayer no se quedó atrás. Es una de la citas clave del verano en Carballo a nivel culinario.