La mayoría de las empresas de Bértoa quieren unificar la gestión del parque

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

Ana Garcia

El incremento de actividad en el polígono carballés abona el asociacionismo

14 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El polígono industrial nuevo de Carballo, o técnicamente la segunda fase, ha dejado de ser una gran explanada llena de tojos con apenas cuatro naves (así ocurrió durante casi tres años) para convertirse en un polo fabril muy relevante con casi el 80 % del suelo ocupado o vendido, y un panorama de obras en el que estos días destacan tres enormes grúas, además de una actividad inusitada. Y eso lleva consigo una actividad asociativa que antes parecía impensable.

Por una parte, la propia comunidad de propietarios de la primera fase, de titularidad privada y espacios comunes públicos, lleva tiempo luchando por ampliar su radio de acción a la ampliación, gestionada por Xestur.

La idea es -explican desde la dirección de la entidad- que la unión permita hacer más fuerza y sobre todo beneficiar a los empresarios en todo tipo de cuestiones, desde la seguridad hasta el reparto de cuotas o avanzar en la profesionalización de la gerencia. Precisamente estos días los empresarios, bajo el paraguas de la entidad As Eiroas, han realizado una encuesta entre los titulares de negocios (aún no han terminado, van por el 80 %), preguntándoles si les gustaría unir la primara fase y la segunda, y la opinión prácticamente unánime es que sí. También piden que respondan a si les gustaría cerrar el polígono por las noches, para garantiza el control del recinto, e igualmente la respuesta es afirmativa. Al tratarse de viales públicos, no es tan sencillo.

Llevan ya mucho tiempo trabajando en esta y otras cuestiones, como por ejemplo el salto ya definitivo de la antigua Asemcar (la asociación de empresarios del polígono), que fue la que dio origen al actual parque, pero que en las circunstancias actuales ya no tiene sentido, puesto que la comunidad de propietarios y arrendatarios ha ido asumiendo esas funciones, y ya con otro escenario. Precisamente ayer se celebró una reunión para abordar los flecos de esta cuestión.

Asamblea cancelada

A mayores, para hoy jueves, a las 20.00 horas, estaba prevista una asamblea de propietarios de la nueva fase del polígono, en el local de la Cámara de Comercio (en la primera fase, junto a la rotonda de acceso). Ya ha sido desconvocada.

Su promotor explicó que querían analizar la posibilidad de constituir una comunidad de propietarios. Pero, como no hay espacios comunes, un requisito esencial, finalmente esa figura no va a poder ser. Ahora -indicó este empresario- verán si crean una asociación normal o simplemente optan por la integración. «Pero algo hai que facer», añadió este empresario.

También Axober, con ámbito en todo en Carballo (su presidente tiene además una empresa en la ampliación), se ha destacado por reiteradas peticiones de ampliación de suelo, ya que el existente se acabará muy pronto al ritmo actual de venta, además de otras necesidades aparejadas, sobre todo la circunvalación.

En todo caso, un panorama radicalmente distinto al existente cuando el polígono nuevo era un espacio yermo solo apto para el crecimiento de la maleza.

Más de 40 años desde el arranque

El polígono nuevo ha tardado mucho en arrancar, pero en realidad es un cohete si se compara con la fase privada. Un grupo de empresarios pusieron en marcha su desarrollo a mediados de los años 70. Una de las primeras naves instaladas fue Bodegas Carballo, allá por 1972, dirigida por Juan Fernández (secretario de la asociación de empresarios) junto a su padre, que fue testigo directo de aquellos primeros años. Pocos más de diez, y durante bastante tiempo, con calles vacías que a veces servían de circuito. Nada que ver con la expansión que llegó poco a poco, hasta las 160 actuales, aproximadamente, con unos 1.800 trabajadores.

«Este parque empresarial tiene mucho potencial»

La transformación del polígono no es solo física. También afecta a la dirección, que lleva tiempo anunciando que se encamina hacia una gerencia profesional. Dicho y hecho, el nuevo responsable acaba de aterrizar en la oficinas de Bértoa, en sustitución de María del Carmen Méndez, que se jubila precisamente esta semana, tras toda una vida de trabajo dedicada a la comunidad de empresarios. Una pieza clave en el engranaje social, más allá de las directivas entrantes y salientes. Pablo Rodríguez Gómez, de 35 años, es de Betanzos, y accede al puesto tras un proceso selectivo del que se ha encargado una empresa especializada entre varios candidatos. Es sociólogo, y tiene un máster en dirección y administración de empresas y otro de dirección de proyectos y organización empresarial, además de formación en la IFFE Business School. Tiene experiencia, entre otros, en el polígono de Sabón. El gerente llega con muchas ideas y proyectos, aunque no ha pasado ni una semana en su despacho y aún se está asentando y conociendo al empresariado. Quiere que el polígono refuerce los lazos institucionales con las Administraciones públicas, buscar subvenciones y financiación diversa para proyectos. Cree que Carballo es un buen lugar para hacer cosas. Y que «este parque empresarial tiene mucho potencial». Asegura que, salvando Inditex y dos o tres empresas más de gran tamaño, su dinámica no es tan distinta de la de Sabón, aunque en tamaño sea mucho más grande. Cree que, tras el verano, ya asentado, se podrán ir viendo las nuevas líneas de actuación.