La escisión amenaza con multiplicar las opciones de cara a las elecciones municipales del próximo año
04 jun 2018 . Actualizado a las 13:04 h.La crisis de Terra Galega se hizo oficial el sábado con la marcha de Manuel Andrade, líder de Centristas de Carballo, y otros componentes de la formación, que vuelve a la arena política de cara a las elecciones municipales del próximo año.
De la escisión pueden salir hasta tres formaciones con intención de ser representadas en el pleno carballés. Por un lado está Terra Galega, ahora gobernada por una gestora formada por los tres concejales. Estefanía Canosa, Andrés Eirís y Manuel Bello Pallas han conseguido el apoyo del secretario xeral de la formación, Guillermo Sánchez Fojo.
Otra posibilidad es que parte del grupo acabe en Ciudadanos, que apenas tiene representación en Galicia. La idea ya viene de atrás y es sabido que Andrade y su entorno contactaron con representantes del partido de Albert Ribera para presentarse bajo su nombre, algo que también ha ocurrido en Cee.
De momento todo son conjeturas, pero lo que sí está claro es que el exconcejal no está ya retirado y que plantará batalla para recuperar un espacio político que le resulta cómodo y que ha mantenido, aunque bajo diferentes siglas, desde que se desintegró primero la UCD y después la CPG. Desde entonces, Centristas de Carballo ha estado en el PP y formado gobierno con el BNG y el PSOE.
Ahora, cada una de las partes en las que ha quedado dividida lo que era Terra Galega tendrá que hacer recuento de sus fuerzas. Centristas de Carballo cuenta con el apoyo que tenían hace tres años, pero se trata de un cálculo a ojo.
La gestora de Terra Galega, según explicó la concejala Estefanía Canosa, hará las cosas empezando de cero. Calculan que habrá bajas, pero también altas en un censo que quieren sanear.
Además, la edila confesó que el principal conflicto con Centristas de Carballo fue por la forma de llevar la oposición municipal, algo que mantendrán, aunque señaló que el interés del grupo de Manuel Andrade por entrar en Ciudadanos fue otro motivo de fricción.