Cruz Roja de Carballo desarrolla un programa para ayudarles a educar a sus nietos
16 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Todas juntas, abrazadas y en círculo, en medio de la clase. Así nos encontramos a Jesusa, María, Carmen, Dolores, Josefina, Dosinda, Florinda, Jesusa, Carmen y Natalia, junto a Sandra, la técnica encargada de moderar la sesión de esta tarde en el centro social de Sofán. Hoy hablan sobre el ciberbullying, aprovechando la reciente conmemoración del Día Internacional contra el Acoso Escolar. «Abuela, hoxe Nieves volveume pegar», expone así una de las diez participantes la situación vivida en casa con uno de sus nietos, al tiempo que las demás la escuchan atentamente y aportan, por turnos, sus propias experiencias. Las sonrisas y confidencias marcan la reunión.
Este grupo de abuelas ha vuelto a las aulas de la mano de Cruz Roja. Son responsables, participativas y están, de sobra, motivadas. «Teñen moitas ganas de aprender, de facer grupo e de poder levar á práctica o que aprenden nas sesións semanais», explica Sandra Fernández, Técnica en Integración Social de Cruz Roja.
Distintas circunstancias de la vida las han llevado a prepararse bien para educar a sus nietos y nietas -aunque algunas no los tienen y esperan hacerlo en un futuro-, y por eso se han apuntado al proyecto de la Escuela de Abuelos y Abuelas que la entidad local desarrolla en diferentes aldeas de Carballo desde el año 2009 con el objetivo de «favorever a adquisición de pautas educativas nos avós e avoas que exercen coidados parentais cos seus netos. Apoiámolos no seu labor de educadores», añade Sandra. Una de las usuarias es Natalia, que señala que es muy importante contar con este soporte adicional: «A min gústame moito vir porque aprendo un pouco máis e sei como actuar ante determinados comportamentos que poidan ter os pequenos. O tema do ciberacoso, por exemplo, sae moito na televisión, pero moitos nenos non o din porque teñen medo», dice.
La buena sintonía entre las participantes caracteriza las sesiones semanales
Nieves acude una vez a la semana al centro social de Sofán junto a más compañeras y compañeros, ya que el número de participantes varía entre diez y veinte dependiendo de los acontecimientos que se sucedan en la parroquia. La franja de edad varía de los 58 a los 82 años, y una de las cosas que más inquietud les produce es el manejo de los teléfonos móviles. «Adoitan interesarse sobre o alcance das novas tecnoloxías e das redes sociais, xa que moitas das usuarias manifestan non ter os coñecementos suficientes e descoñecen o alcance das mesmas», expone Sandra. Lo que más caracteriza las sesiones, a juzgar por lo vivido, es la buena sintonía entre todos los participantes que, como explica la técnica, cada vez son más participativos.
En muchas ocasiones, la responsabilidad que tienen los abuelos y abuelas se convierte en un factor estresante que pueden afectar a la calidad de vida tanto de los mayores como la de los niños y niñas. La escuela les brinda, así, el mejor apoyo psicosocial, que consta de varios ciclos. «Agora estamos coa fase formativa, na que tratamos temas como os estilos educativos, a resolución de conflitos e habilidades de comunicación, entre outros. Con isto, asentamos os coñecementos que vemos na sesión de maneira práctica, e non só teórica», añade Sandra.