Nueva solución para atrapar avispas velutinas

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

Ana Garcia

Un instituto de Santiago presentó ayer una trampa selectiva en la feria FP Innova

28 ago 2018 . Actualizado a las 13:42 h.

A través de un pequeño cono, la avispa velutina entra. Ya no podrá volver a salir. En cambio, si ese camino lo sigue una abeja, será capaz de liberarse. Es, a grandes rasgos, la mecánica de una trampa para avispas velutinas que han diseñado cuatro alumnos del CIFP Politécnico de Santiago: Cristian Ruiz, Ricardo Miramontes, Xan Silva y Alfonso Álvarez. Su proyecto, en el que participa el Cimus, es una modificación de colmenas del open source beehives, y se ha convertido en una de las sensaciones de la mañana en la feria FP Innova, una cita que comparten con otros 46 proyectos innovadores de 25 centros educativos que se celebra en el Gaiás. Entre ellos participa el Monte Neme, de Carballo.

La colmena tiene una ventana de metacrilato y la trampa incorporada. Los dos cilindros encierran dentro una cápsula, que es la que atrapa la avispa. Después, se retira la cápsula, se sumerge para matar las velutinas y se vuelve a colocar en su lugar. Es, además, barato. El modelo más semejante es uno francés, con un coste de 160 euros. El diseñado por este grupo de cuatro alumnos, que se constituirán como empresa, cuesta entre cinco y siete euros. Y si no se acopla en la colmena, se puede utilizar, con líquido, como trampa aérea.

El proyecto open source tiene también un módulo wifi y sensores que miden temperatura, humedad y ruido. Con esos parámetros, es capaz de saber lo que ocurre dentro. Y manda un mensaje al teléfono. Ahora, los alumnos del Politécnico grabarán los sonidos y parámetros ambientales de cuando una colmena es atacada por las velutinas, para que el módulo sea capaz de avisar si eso ocurre. Y más. Que sea capaz de avisar cuando las velutinas están en la trampa. «Fixemos un montón de probas», reconoce Ricardo Miramontes. También para que fuese moldeable y accesible a todo el mundo.

El de los estudiantes del Politécnico fue una de las sensaciones, pero no la única. El puesto del IES Ortigueira también tenía muchas visitas. Venían atraídos por unas curiosas corbatas y pajaritas, así como anillos, que llevaban sus responsables. Están hechas de madera. «As gravatas son articuladas. Primeiro facémolas nunha peza». Lo explica Alberto Gallego. Después, se articulan. Lo hacen gracias a una pieza de cuero que permite que se doblen. Las hay de tres tamaños, según la altura de la gente. Y no. No están a la venta. De momento, son de muestra.

En otra zona de los 4.200 metros cuadrados que en esta edición ocupa FP Innova en la Ciudad de la Cultura estaban los estudiantes del FP de Electricidad y Electrónica del IES Monte Neme de Carballo.

Los alumnos carballeses son autores del proyecto de innovación Ti2=i, que hace referencia a la integración de la tecnología e innovación para tratar de lograr la igualdad e inclusión entre personas, y en el que colaboran entidades como la Once y Aspaber.