De más de mil a 35 en unos diez años

Santiago Garrido Rial
Santi Garrido CRÓNICA

CARBALLO MUNICIPIO

17 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando se analizan las cosas con la perspectiva que dan la distancia y los datos resulta difícil de creer que haya pasado lo que ha pasado. Viendo las licencias concedidas año tras año en Carballo para viviendas en edificios y unifamiliares, en el año 2006, antes de estallar la tormenta de la crisis de la que aún sufrimos graves secuelas, se solicitaron (y concedieron) 1.138. Las unifamiliares ni siquiera llegaron al centenar, porque se quedaron en 95. Los pisos fueron 1.043. Más de mil. No tengo datos anteriores, por ejemplo del desarrollismo de los 70 que hizo crecer la zona de los Baños y todo el entorno de A Milagrosa y la Vázquez de Parga, pero seguro que ese año fue el récord histórico. Probablemente no se construyeron todas, pero en ese momento el crac aún se veía lejos y la mayoría, sí. Otra cosa es lo que vino después, aún quedan esqueletos y viviendas sin vender de aquella época. Pasaban cosas inauditas, como que los precios pisos crecían en más de 6.000 euros a la semana. Un desatino, todo, y Carballo no fue de los peor parados. Aquí al menos hay músculo económico, respaldo y los precios se han mantenido. No como en algunos edificios de la recta de Anchoa de Fisterra, cuyos pisos siguen a la espera de remate, ni como lo que le pasó a muchos paisanos en Canarias, que compraron vivienda muy caras y su valor cayó a la mitad en cinco años, pero la hipoteca del principal aumentaba. Pisos que, por cierto, también construyeron en buena medida otros paisanos. Nunca he visto tantos pisos vacíos o sin acabar como en Fuerteventura, de norte a sur.

Volvamos a Carballo: 1.138 licencias en un año. En el 2007 cayeron a 624, pero fue un efecto óptico: en el 2008 volvieron a crecer hasta las 742. Atención al 2009: solo 30. De 742, a 30. No había más suelo, o era extremadamente caro, y el negocio voló. Y los siguientes años la cosa estuvo en esa línea: 22, 36 y 17 en el 2012. En el 2014, seis licencias. Seis. Y en el 2015, otras seis. Hace tres años, en el 2015, se concedieron 14; en el 2016, 15, y el año pasado, 35. El panorama mejora, lentamente, y esperemos que con más firmeza que hace un decenio. Además, ahora con PXOM, lo que da seguridad. Tal vez vuelvan las grúas pronto para acompañar a la del área comercial de la Vázquez de Parga. Si así ocurre sería bueno para todos. Y si además los alquileres de los locales comerciales empiezan a ser razonables, fiesta.