La Diputación de A Coruña sigue apostando por la promoción turística. Y eso es muy bueno para Santiago y para todos. No porque esa promoción se centre en la capital, sino justo por lo contrario: da alternativas complementarias. No sustituye a Compostela, sino sugiere que el viaje a la Catedral no es de casa a la basílica y vuelta, sino que hay muchas más opciones. Y eso puede aumentar el tiempo de estancia en la comarca y aun en el de pernoctaciones, algo de lo que Santiago y toda la provincia está muy necesitado.
Esa apuesta global ?toda la provincia a una? muestra visión de futuro. En ese escenario, la difusión de miles de desplegables bajo el título de Seis destinos máxicos de terra e mar constituye otro acierto, porque muestra en papel (déjense de historias: el turista viene con móvil y apps, pero al final quiere papel) todas esas posibilidades del territorio. Por cierto, está en gallego, en español y en inglés. Medallita para el departamento que dirige Xosé Regueira (concejal del Bloque en Carballo).
Además, y a diferencia de la Diputación de Pontevedra que sigue navegando en la tempestad jacobea sin saber adónde va (¡centra sus esfuerzos en promocionar el Camino Portugués por la Costa, un invento meramente político!), el gobierno provincial coruñés mantiene la puerta abierta a dialogar con Turismo de Galicia (ya saben, unos socialistas y mareeiros, y otra popular), y esta hace lo mismo con aquel. Porque el turismo, una vez sentadas las bases políticas, hay que dejarlo fuera de las disputas en el Hórreo. Son tiempos de bonanza en el sector, así que es el momento de reestructurarlo elevando el listón de calidad. Parece que la Diputación de A Coruña (y Turismo de Galicia) están en esa línea.