Algunos puntos acumulan varios atropellos en los últimos años
20 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.En la rúa da Estrella de Carballo llevan años reclamando mejoras en el paso situado a la altura del balneario. No es la primera vez que un peatón tiene que dar marcha atrás para no ser, literalmente, arrollado por un turismo que circula a una velocidad inadecuada. Lo mismo sucede en A Cacharoza, Baio, donde, a algún conductor, el pie derecho le pesa más de lo debido. También ocurre en el vial entre Brens y Cee, a la altura de Fuco Corbelle, escenario de graves atropellos. En todos estos puntos hay habilitados pasos de peatones, pero la realidad es que suelen ser tristes protagonistas. En Carballo, el punto habilitado en la Luis Calvo es escenario habitual de atropellos. El último, el 29 de enero, que se saldó con una mujer herida grave.
Cee tampoco se libra de los percances, que se concentran particularmente en la avenida de Fisterra, sobre la AC-552, y, de modo especial, en el entorno del cruce de Roget. Desde octubre del 2016, cuando fue alcanzada una enfermera del hospital que cruzaba por una zona poco iluminada, ya se han registrado al menos media docena de siniestros, dos de ellos en lo que va de 2018.
En muchos casos, según Tráfico de la Guardia Civil, los accidentes obedecen a un deficiente alumbrado público, como en la DP-1914, que une Carballo con Portomouro, entre Ardaña y Rus. En el paso pintado junto al cruce con A Canosa y Ramil hubo varios heridos graves y, al menos, un fallecido: una mujer de 77 años. En Tráfico de la Guardia Civil ponen como ejemplo Arteixo y los focos instalados al lado de los pasos de peatones para favorecer la visión de conductores.
Pero no todo es mala iluminación. La ubicación de estos puntos también suscitan quejas y causan problemas, como en la AC-552, en Baio o Vimianzo. El cruce que enlaza con la AC-432, hacia Camariñas representa un peligro. Los que, procedentes de Camariñas, quieren incorporarse a la AC-552, deben invadir el paso habilitado junto a la intersección para tener una visión completa en ambos sentidos y, en algunas ocasiones los grandes damnificados son los viandantes. En algunos casos, Infraestruturas habilitó unas isletas justo antes de llegar a los pasos para facilitar la visión a conductores y transeúntes.
Pero no todo es velocidad inadecuada, falta de iluminación o deficiente señalización. Muchos atropellos serían evitables si los transeúntes llevasen chaleco reflectante o no cruzaran por donde no deben. De ahí que la jefatura de Tráfico en la provincia y el subsector de Tráfico de la Guardia Civil lleven a cabo una intensa campaña de concienciación en la Costa da Morte.