Carballo empieza a ser el punto de contacto con Guam

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

SANTI GARRIDO

Ignacio Dueñas descubrió la localidad como antes lo hizo Clark Limtiaco, a través de un carballés

09 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

A menudo las pequeñas casualidades generan grandes historias. Carballo poco a nada tiene que ver con Guam, esa pequeña isla del Pacífico, dependiente de Estados Unidos y situada a unos 14.000 kilómetros de Bergantiños. Pero curiosamente puede ser el punto central de la promoción de la cultura chamorra, la propia de ese remoto lugar que tanto le debe a la historia española, aunque haya ido quedando sepultada por la dominación estadounidense.

Ese origen se ve por ejemplo en los nombres y apellidos como el de Ignacio Dueñas. Pese a su evidente origen, apenas habla castellano. Tiene 70 años, nació y creció en Guam hasta los 19 años, se fue a estudiar a California, fue el número 2 de un hotel Hilton, se enroló en el Ejército de Estados Unidos durante 20 años (la mayoría, 17, en Alemania). Participó en la guerra de Bosnia. Se retiró joven y vivió en Hungría, donde tiene una finca y donde fue granjero estos últimos años más por diversión que por necesidad.

En Hungría participaba en una ONG, con trabajo voluntario para huérfanos; también como profesor de inglés, y también colaborando en un proyecto europeo de ayuda a los jóvenes. Ahí conoció a un español, que fue la manera de abrir su mirada al país, con sucesivos viajes. Y, de paso, reflexionar sobre sus propios orígenes, los de su isla y cultura, en los que nunca se había parado demasiado. Poco a poco amplió el espectro y a través de una web conoció a un carballés enamorado de la historia de Guam, entre otros motivos porque su abuelo trabajó en esa isla. Los contactos fueron a más y lleva en Carballo desde diciembre. Le gusta tanto que ha decidido quedarse. En marzo se irá a Estados Unidos a resolver unos asuntos y en mayo regresará definitivamente. Ya está empadronado. Quiere además aprovechar el tiempo para divulgar la historia y relaciones de España con Guam. Poco a poco, se marca el horizonte del 2019 para tener algo ya establecido. Prefiere hacerlo desde una villa pequeña antes que desde una gran ciudad. Y colaborando entre varios. Gracias al amigo común carballés ya estuvo en la localidad otro guameño, Clark Limtiaco, gran conocedor del pasado de su isla. Entre unos y otros pueden hacer algo para que la isla tenga mayor dimensión.

En Carballo dice que está feliz. Le gusta lo que ve y sobre todo el trato con la gente. «Lo único que echo de menos de Guam es la comida», explica. Desde luego no añora su clima caluroso y húmedo. En Carballo tampoco estará quieto del todo: tiene amigos por medio mundo y de vez en cuando hará lo que ha hecho siempre, recorrer el planeta.