Un Bergantiños adormecido en Barraña consiguió llevarse los tres puntos frente al Boiro

fran brea / M. R. RIBEIRA, CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

MARCOS CREO

Tercera División | Los locales fueron mejores en la primera parte con varias ocasiones claras

22 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El Bergantiños salió ayer bien parado de Barraña, donde se midió al Boiro, un complicado rival que atraviesa momentos convulsos en lo institucional, pero que aglutina un plantel diseñado para grandes retos. Javier Falagán se estrenaba en el banquillo local y los boirenses querían dar un golpe encima de la mesa para dejar claro que el equipo quiere estar en los puestos altos de la tabla, pero la entidad del rival impuso. No obstante, los locales aguantaron el tipo y fueron mejores en la primera parte. Pero tras el descanso, bajaron el nivel físico y los carballeses aprovecharon.

Comenzó bien sobre el césped el conjunto de Falagán, aunque el primer aviso lo dio Rodri con una internada por la banda izquierda. Contestó pronto Javi Otero, que en una de sus internadas por la derecha puso un centro que despejó la zaga carballesa. Los dos equipos buscaban presionar al contrario para no dejarle combinar con comodidad. Así, Pillado cogió un balón en la medular y metió un buen pase entre líneas a Remeseiro, que llegó muy forzado y solo pudo empujar el balón a las manos de Cristopher.

La grada protestó varias acciones al colegiado y la primera de ellas se produjo a los siete minutos. Miki entró como un puñal por la banda y pisó el área. Por el centro llegaba Igor y hacia él se dirigía el centro del extremo, pero el brasileño se fue al suelo cuando forcejeaba con un defensa. Los futbolistas y el público pidieron un penalti que no se señaló.

Poco después, otra vez Igor fue protagonista. En esta ocasión acomodó con el pecho un esférico que saliera de las botas de Cano y remató casi cayéndose. La pelota se perdió por la línea de fondo y el árbitro decretó saque de puerta, a pesar de que parecía que Cristopher había tocado el cuero.

Pero en el minuto 19 tuvo una oportunidad todavía más clara. Remeseiro dibujó un pase que dejó al ariete completamente solo frente al portero del Bergantiños. No tomó la decisión correcta el 9 del Boiro, que quiso regatear al cancerbero y vio como Cristopher se fue al suelo en el momento justo para hacerse con la bola.

Diez minutos antes de que se llegara al descanso, Rodri metió el susto en el cuerpo a los aficionados de Barraña. El futbolista rojillo se plantó ante Reguero y optó por picar el cuero al ver la salida del guardameta. Por suerte para el Boiro, el disparo no encontró portería.

Yago Blanco y Rivera lograron revertir la situación en el segundo tiempo

No sentó bien el paso por los vestuarios al equipo de Falagán, que en la segunda parte mostró su otra cara, la que ofrece cuando el físico no acompaña. Pronto se torció la tarde, ya que Yago Blanco, en el 58, completamente solo en el corazón del área, controló sin oposición un centro de Rivera y se inventó una certera rabona para darle ventaja al Bergantiños. Dos minutos después pudo llegar la sentencia, pero Fajardo rechazó el tiro de Rivera cuando Reguero ya estaba batido. Ni el tanto en contra hizo espabilar a los boirenses, que comenzaron a conducir demasiado el balón y a caer en imprecisiones, en vez de buscar que el esférico se moviera con velocidad para desajustar la buena defensa de los carballeses.

Tampoco los cambios sirvieron para que la situación variase. La entrada de Herbert al terreno de juego llevó a Miki a la banda izquierda, pero ni uno ni el otro fueron capaces de crear peligro. Igor desapareció en la segunda parte y Cano se perdió en su propia impotencia. Para colmo, cuando todo el mundo veía que solo un milagro podría evitar la derrota, la grada vio como el que fuera su héroe la temporada pasada se convertía en villano. En el tramo final del choque, Rivera puso la puntilla al partido con su tanto, llevándose para su feudo los tres puntos que los mantienen de segundos en la clasificación.