Aurelio Costa: «Pichurri gañou dúas ou tres veces»

Marta López CARBALLO/ LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

Ana Garcia

Tras 46 años de historia, O Empalme de Canduas cerrará las puertas en mayo, por lo que esta será la última edición de su torneo de dominó, que incluye copa y supercopa

04 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando Aurelio Costa y Generosa Andrade abrieron el bar O Empalme, en Canduas (Cabana), eran apenas unos jovenzuelos, con poco más de veinte años. A él le gustaba el mundo de la hostelería, a ella no tanto. «Pero como nos puxemos xuntos nisto, fomos tirando», explica Aurelio. En mayo, cuando cierren la puerta y bajen la verja por última vez se cumplirán 46 años de andadura en los que no todo han sido buenos momentos, aunque el balance global es más que positivo. «Neses casos hai que tirar para adiante, e ao final o importante é que chegamos ata este punto e que teñamos saúde para seguir adiante coa nosa vida», dice el empresario.

Muchas de las alegrías vividas en los últimos años vienen, sin duda, de sus torneos anuales de dominó, un juego que de lo poco practicado que es se ha convertido en toda una rareza. «Esta que está a piques de comezar será a edición número corenta, levamos 39 anos consecutivos facéndoo». Por el momento son doce las parejas anotadas, que disputarán, como si de liga futbolera se tratase, primera y segunda vuelta de encuentros; así como también una copa y una supercopa. «Témolo ben montado», reconoce Aurelio entre risas.

Si bien las cartas son las grandes triunfadoras entre los más jóvenes, aún quedan algunos nostálgicos que tiran por el dominó. «Chegan parellas de toda a volta: de Carballo, Malpica, Baio, Zas... Disque o noso é o torneo máis antigo de Galicia, e un dos máis de España», señala Aurelio, y añade que han sido cuarenta ediciones ininterrumpidas, puesto que nunca pararon ni un solo año, «aínda que se xogou máis do que se xoga», apunta.

Lo bonito es que ganar el trofeo final no es lo más importante, sino que lo que prima es pasar un buen rato en compañía de los amigos. Juegan cada día, de lunes a viernes, entre las ocho y las once de la noche, aproximadamente. Así, pese a que la mayoría de inscritos suelen ser jubilados, también los jóvenes que trabajen se pueden anotar y disfrutar de las partidas. Aunque la deportividad suele reinar, al que más y al que menos le gusta salir vencedor, reconoce Aurelio: «Participar é o máis importante, pero todos lle poñemos aínda que sexa un pouquiño de intención de gañar».

Los comercios de Canduas y el Concello de Cabana colaboran haciendo pequeñas aportaciones para los obsequios finales, de modo que prácticamente todos los participantes se llevan su pequeño detalle. De hecho, es tal el nivel de implicación por parte del pueblo y de los políticos municipales, que es el mismo alcalde el que hace entrega de los trofeos a los ganadores, e incluso les acompaña en una cena a puerta cerrada que celebran una vez finalizado el torneo. «É moi bonito porque nos quedamos todos ata as catro ou as cinco da mañá cantando, bailando e divertíndonos xuntos; o alcalde, José Muíño, incluído», reconoce.

También regidor, aunque de un municipio diferente, es uno de los célebres e históricos vencedores de la competición. «Pichurri, o que é agora alcalde de Camariñas gañou dúas ou tres veces», aunque todavía no ha podido superar la marca de Antonio Méndez, párroco de Canduas y Borneiro, «que quedou primeiro en catro ou cinco ocasións».

Esta nueva edición, que comenzará la noche del lunes, será la última que acojan en O Empalme y no podrían retirarse con una cifra más redonda. Por lo pronto hay doce parejas que han confirmado su participación, pero los nostálgicos del dominó que no quieran perderse la última oportunidad de disputar este torneo todavía pueden anotarse con solo llamar por teléfono al bar. De hecho, aguardan alcanzar las catorce parejas antes de iniciar las partidas.

Toda una vida

46 años de historia: Toda una vida. Aurelio y Generosa han dedicado su vida al bar O Empalme. Comenzaron con unos jovencísimos 24 años y sienten que ya es tiempo de cambiar de vida. Tan antiguo como el local es el torneo de dominó que acogen cada año desde hace cuatro decenios y que forma ya parte indispensable de la historia del pueblo.