Una comarca con suerte, o no

Santiago Garrido Rial
Santi Garrido CRÓNICA

CARBALLO MUNICIPIO

10 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay elementos definitorios de una comarca que, sin embargo, no se pueden comparar con otros para saber si son o no relevantes. Existen otros que sí. Por ejemplo, en la emigración: la Costa da Morte es la número uno de España con más vecinos en Suiza, y seguramente esté al nivel de otras de Italia o Portugal, pero en este caso ya es más difícil conseguir los datos. A estas alturas de la vida, sobre todo porque le toca a uno en primerísima persona, ya no sé valorar si eso es suerte no. Emigrar siempre es un fracaso, pero una vez que se hace, al menos que depare oportunidades para los que se van y los que se quedan, y así es en muchos casos.

También somos de las principales comarcas gallegas en perder población. Casi mil personas menos al año, de media, en los últimos quince. Eso es rotundamente mala suerte: los datos del INE son la radiografía de otro fracaso, el demográfico. Aquí no solo influye el éxodo, sino también el alarmante saldo vegetativo. No es extraño que los tanatorios se hayan ido extendiendo hasta en las parroquias; aquí, donde tanto nos costó sacar los muertos de casa. Pero somos guiadiños, olvidadizos y pronto nos habituamos a todo, desde dejar de fumar en los bares hasta respetar las normas de circulación por miedo a los puntos y el dinero. Ya solo nos falta hacer menos ruido y será una nueva emigración a Europa. Sin duda sería un cambio de buena suerte.

Donde no se puede comparar es con los juegos de azar. ¿Quién nos dice que, no sé, en las Batuecas, o en la comarca zamorana del Tera, en los Arribes o en los alrededores de la Sierra de Aracena, no caen premios de la lotería constantemente? Puede que haya otras zonas de España con la llamativa confluencia positiva del azar, pero casi me atrevo a decir que no. No en áreas tan pequeñas de población, así que esa inexistente estadística no podría incluir las ciudades. Un lotero me comentaba esta semana que jugamos mucho, y por eso toca también mucho, pero he visto en muchos sitios colas similares a las nuestras. Así que empiezo a pensar que sí, que en los juegos de azar tenemos buena suerte. A poco que tiramos de hemeroteca salen premios de A Laracha hasta Cee, de Carballo (muchísimos, y muy buenos) a Ponteceso. Recientes y menos recientes. Lo del bar de Zas (en Baio también hubo buenos dineros), con 45 millones una vez y 2,5 la otra, es para enmarcar. O lo de los gordos de Carballo. Y durante una buena época, los cupones.

Ahí sí tenemos suerte, pero solo para unos pocos. Una mínima compensación al maltrato histórico que siempre ha sufrido la Costa da Morte, que ese sí que se puede medir.