El precio de los pisos en Carballo es el de hace más de diez años

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

BASILIO BELLO

Hay algunas gangas para quien tenga dinero, porque el crédito aún es complicado

19 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En Carballo hay unos cien pisos nuevos a la venta. La cifra es necesariamente aproximada. Ya se había avanzado a finales del año pasado en un foro técnico de la construcción celebrado en el Fórum, y ayer la estimaba, en ese entorno, Javier Souto, veterano constructor que además levantó algunos de los últimos edificios que se pusieron a la venta en la localidad antes del parón definitivo al que aún no se le ve fin. Lo de nuevos también es muy matizable: nuevos entonces, no estrenados de momento, pero obviamente no recientes. Pero están ahí, en el mercado, nada que ver con las casi 6.000 viviendas desocupadas que hay en el municipio y que ni se venden ni se venderán.

En esa bolsa que aún subsiste se pueden encontrar gangas, según varios constructores e inmobiliarias consultadas. Pisos de tres habitaciones, garaje y ascensor, buenos acabados y hasta algún equipamiento, en una zona no mala, por unos 80.000 euros, ya como cifra razonable. Incluso menos. Es cierto que el precio puede resultar engañoso, y a veces es lo único que se anuncia, pero hay que ver la ubicación, la calidad, la superficie, si incluye baño o cocina... Porque, de hecho, por las redes sociales aparece alguna oferta de hasta 54.000, que obviamente no incluye la condiciones de habitabilidad que se presuponen para una casa amplia y de calidad. Pero también está ahí. La mejor comparativa puede ser con lo que se pedía hace diez o doce años. En algunos casos, la rebaja puede ser de hasta 40.000 euros, al margen de los que tienen los bancos, que siguen unas rutas que se escapan de los cauces de las inmobiliarias. «O normal é que foran baixando 2.000 euros cada ano, así que bótalle, pero tamén os houbo que baixaron moito máis», explica Chus Arán, que gestiona un amplísimo número de viviendas de todo tipo (incluso naves industriales) y señala que cada caso ha de mirarse en detalle. Souto también tiene muy buenos pisos pendientes de vender, y a buen precio, aunque alerta de que siempre hay que respetar un mínimo, al menos para cubrir los costes, que el auge del bum inmobiliario fueron altísimos, sobre todo por el suelo. Cree, además, que el hecho de tener un buen precio, y por tanto hacer un buen negocio, no es tan fácil como antes: «Os bancos non conceden os cartos como antes. Xa bo é se che dan un 80 %, e miran moito o traballo que tes, a nómina, se es funcionario...». Las gangas están ahí, pero hay que pagarlas y el dinero no fluye como solía. Los costes, en su momento, se dispararon entre otros motivos «porque os terreos custaban unha burrada». Y porque eran tiempos demasiado optimistas. No obstante, consciente de que hay mucha gente que tiene dinero ahorrado, asegura que el momento actual es una oportunidad excelente para invertir y hacerse con algunos de los pisos en oferta. Chus Arán coincide, y lo extiende a locales. Buscando, preguntando y asesorándose, un cliente puede sacar incluso por 70.000 u 80.000 algo que costaba 110.000 en los años locos.

Inma Arán señala que alguna buena oportunidad todavía queda, pero cada vez menos, porque aunque lentamente, algo se ha ido vendiendo en estos años a falta de obra nueva.

La recuperación aún sigue a la espera, y los precios volverán a ser elevados

¿Volverán las grúas a la línea del horizonte carballés? «Non é fácil sabelo. Xa debería reactivarse o mercado este ano, pero parece que ata o que vén, nada, e xa verenos», dice Souto. Y, si lo hace, no va a ser barato. «É que cambiaron moita cousas. Hai unha normativa que hai que cumprir, e iso acaba encarecendo todo», señala Inma Arán, de la empresa de servicios inmobiliarios Arquitect. Los materiales no ha bajado, ni tampoco el coste de la mano de obra. ¿Y el suelo? «Os solares seguirán sendo caros, porque os donos, polo xeral, teñen cartos e non necesidade de vendelos, e moitas veces son reacios a vender, así que tampouco vai ser fácil», señala. Con todo, la aprobación, el año pasado, del PXOM, sí ha animado a algunos propietarios a colocar el cartel de venta, como puede apreciarse en un paseo por algunas de las calles del casco urbano, aunque en algunos casos se trate de sondeos. Por lo tanto, cuando lleguen los nuevos, va a resultar complicado que bajen de los 120.000 euros.