«Los hay que les da igual todo. Hay una total falta de respeto hacia las normas»

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

CAPOTILLO

Desde enero hubo casi 3.000 sancionados en la provincia por no llevar los cinturones de seguridad puestos

22 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Vinculado a la Guardia Civil desde hace 28 años, pasó por los Tédax, la Policía Judicial, la lucha contra el narcotráfico y, en la actualidad, es el jefe del subsector de la agrupación de Tráfico en la provincia de A Coruña, área en la que lleva trabajando 12 años. El capitán Pablo Lorenzo Formigo nació en 1968 en Louredo, en el Concello ourensano de Cortegada de Baños. Es un gran atleta, que este año se ha dejado ver por alguna que otra prueba del circuito de la Costa da Morte.

-En julio del 2016 comentó en una entrevista que había un problema en esta comarca con el consumo de drogas que había que erradicar. ¿Ha cambiado algo esta perspectiva?

-Sigue siendo un problema. En la Costa da Morte se mantienen unas peligrosas cifras de positivos en alcohol y drogas en conductores implicados en accidentes. Y eso es algo que debemos atajar como sea.

-Dos muertos en menos de un mes. Un septuagenario en la autovía y un joven de 22 años en Carballo.

-Desde el punto de vista humano son dos tragedias. En la primera, esa persona no debería estar paseando por el medio de una autovía. Por desgracia son cosas que ocurren y seguirán ocurriendo. Ahora bien, desde el punto de vista de las frías estadísticas, la cifra de fallecidos contabilizada hasta la fecha en la Costa da Morte son mejores que en el resto de la provincia. Otra cuestión diferente es la tasa de siniestralidad, que se mantiene en niveles similares al del conjunto de la provincia y muy por debajo de la demarcación de Santiago, donde ha repuntado desde enero.

-¿A qué achaca que se mantengan estas cifras de accidentes de tráfico?

-Al buen tiempo. La prolongada sequía ha provocado un repunte importante en el volumen del tráfico rodado en las carreteras de la Costa da Morte con respecto a años anteriores. El verano se ha alargado en este 2017 y eso trajo consigo más desplazamientos.

-Con la aparición de las lluvias los avisos al 112 se dispararon.

-Los conductores no han cambiado el chip. Muchos conducen igual en seco que sobre mojado y esa conducta causa más accidentes. Y eso no es algo que lo digamos nosotros en la agrupación de Tráfico. Te lo dicen también los de conservación de carreteras. La gente no adapta la velocidad a la climatología ni a las circunstancias de la vía. Lo lógico es que cuando ves un banco de niebla reduzcas la velocidad. Pues no, los hay que llevan el coche como si hiciera un sol radiante y hubiera un cielo despejado.

-¿Aumentan los casos relacionados con la conducción temeraria y la reincidencia en la zona?

-Es cierto. No es una percepción, es algo objetivo. Tenemos constatados casos de personas, sobre todo jóvenes, que conducen sin carné, bien porque no lo tienen, porque les han caducado los puntos o porque hay una orden judicial. Hay una total falta de respeto a las normas de tráfico. Ya no hablo de un exceso de velocidad, hablo de algo más grave, de gente que le da igual todo.

-En los dos últimos accidentes graves, ambos en Carballo, a sus conductores se les detectaron sendos positivos en cannabis y cocaína.

-Ese es el problema. Y se da la circunstancia de que son personas que no suelen sufrir una salida de vía, sino que acaban impactando de frente contra otro coche. Es lo que sucedió el sábado de la semana pasada en la AC-552, en Carballo, cuando los ocupantes, en este caso de un furgón, se vieron envueltos en un accidente sin comerlo ni beberlo. Pero lo peor es que muchos de estos jóvenes son insolventes, o se declaran insolventes, o peor, sus vehículos carecen de seguro. Así, no hay forma de indemnizar a las familias, porque el consorcio paga tarde, mal y a rastras.

-En el siniestro del sábado de la semana pasada dos de los tres ocupantes del Citroën Xsara no llevaban puesto el cinturón de seguridad puesto. ¿Esto es algo habitual?

-Y tanto. En lo que va de año, el 35 % de los conductores sancionados en la provincia de A Coruña lo fueron por no llevar puesto los cinturones de seguridad o no llevar correctamente colocados los sistema de retención infantil. Hablamos de casi 3.000 denuncias en total y solo hasta el 15 de octubre. Ahora imagínese usted los que no hemos logrado detectar.

-¿Han remitido las quejas de los vecinos de Razo por los trompos y otras conductas temerarias?

-Tan pronto tuvimos constancia del problema actuamos con servicio de radares y hemos detectado decenas de sancionados, aunque todo hay que decirlo, no hubo casos relevantes de velocidades muy excesivas. Pero desde hace algún tiempo no nos han llegado quejas a este respecto. Recuerdo que en Razo se colocaron en su día pasos elevados y los propios conductores los arrancaron. La solución sería instalar pasos elevados de cemento, pero eso requiere de un trabajo técnico bien hecho y cumpliendo la normativa sobre seguridad viaria.

-Visto que las campañas de sensibilización no parecen calar, ¿solo queda como alternativa multar?

-Yo, personalmente, creo que sí. Lo que te hace daño, te hace recular y pensar en no volver a hacerlo. Por lo general somos así. Hace unos días pillamos a un conductor a 224 por hora por la AP-9. Estas actitudes son intolerables al volante y tienen que tener consecuencias para el infractor

-¿Cómo se pueden reducir estas cifras de siniestralidad?

-Reduciendo la velocidad, eliminando el consumo de alcohol y drogas al volante y llevar el cinturón puesto. Le voy a hacer una reflexión. Hablamos de las víctimas mortales en la carretera. Pero en las estadísticas no se citan muchas veces a las personas que quedan parapléjicas, tetrapléjicas... Maridos y esposas que trabajan y que, de un día para otro, dejan de hacerlo por una desgracia. Son familias enteras que mueren en vida y no computan en los datos oficiales.