Calvo invertirá 25 millones para hacer de su planta de Carballo el eje para Europa

cristina viu / marta gómez CARBALLO, RIBEIRA / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

ANA GARCIA

El plan industrial prevé ese desembolso en los próximos cuatro años, hasta el 2020

30 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo que se conoce como cuarta revolución industrial ya se está implantando en Carballo. Calvo ha apostado por su factoría matriz para aplicar un plan que prevé una inversión de 25 millones de euros hasta el 2020 y que convertirá la instalación de A Revolta en una fábrica 4.0 y en centro de operaciones principal del grupo para Europa.

El objetivo de alcanzar la excelencia operativa de la planta, que se convertirá en una smart factory, ha ido en detrimento de la otra instalación gallega, la de Esteiro, que probablemente cerrará sus puertas a final de año.

Entre los objetivos sociales de la nueva organización en Carballo está la creación de empleo, pero será muy cualificado, porque de lo que se trata es de hacer los procesos más flexibles e inteligentes, basados en las nuevas tecnologías.

Cuando complete el plan, la factoría de Carballo, que se abrió en 1976, tendrá todos sus procesos automatizados, además de determinadas operaciones robotizadas, lo que incluirá un control en tiempo real de la maquinaria para corregir cualquier desviación.

Los objetivos técnicos son lograr una alta eficiencia y flexibilidad, que permitan a la única fábrica europea de Calvo atender todas las demandas de sus clientes, que están repartidos en más de 70 países. Todo esto lo harán, en principio, con los 470 empleados que el grupo tiene en España, incluidos los que trabajan en la flota pesquera.

Las directrices lean manufacturning que se aplicarán incluyen la obtención de un producto de calidad y a la primera, la minimización del desperdicio, además de la mejora continua tanto en costes como en productividad y divulgación del conocimiento.

Una de las claves fundamentales es lo que se conoce como proceso Pull, que consiste en adecuar la producción a las solicitudes de los clientes y no a las planificaciones asociadas a la capacidad del proceso productivo. Eso requiere una enorme flexibilidad para elaborar de forma muy rápida una gran variedad de productos y permitirá la construcción de una mejor y más larga relación con los proveedores.

Trazabilidad

Pero tanta tecnología tiene que estar apoyada en una demanda cada vez más frecuente, que es la trazabilidad en toda la cadena de valor, aunque también en las cuestiones medioambientales. La nueva fábrica tendrá que reducir su consumo de materias primas, pero también de energía, agua y emisiones.

En ese camino se ha decidido prescindir de la planta de Esteiro, una decisión que ya ha tenido sus primeras reacciones políticas. El grupo del PP en la Diputación, a través de Inés Monteagudo, ha trasladado al pleno una petición para que la compañía mantenga los puestos de trabajo de la planta de Esteiro. Recuerda que se trata de un centenar de empleos fijos. Además teme que los eventuales, que son otros cien «se queden en la calle».

El comité de empresa de Esteiro pone condiciones para negociar el traslado

El anuncio del cierre de la planta de Esteiro ha sentado como un jarro de agua fría al centenar de trabajadores de la plantilla, pero, por aquello de ver el vaso medio lleno, se consuelan con la garantía de que se mantendrá el empleo. De momento. Porque el lunes está prevista una reunión con la empresa y el comité ya ha adelantado cuáles son las condiciones que planteará para sentarse a negociar el traslado a Carballo.

Tres son las cuestiones fundamentales, según explicaba el viernes Diego Caamaño, presidente del órgano que representa a los trabajadores. La primera es que el transporte hasta las instalaciones de la capital de Bergantiños corra por cuenta de la empresa. La segunda, que el tiempo que tendrán que invertir en el trayecto de ida y vuelta desde Muros se incluya en la jornada laboral. Y la tercera, que se garantice el 100 % de la liquidación a aquellos que rechacen el traslado. A mayores, también se plantea que los operarios procedentes de la planta de Esteiro trabajen siempre en el turno de mañana.

«Queren que vaiamos para Carballo, pero para negociar como mínimo téñennos que conceder isto. Sen esas condicións non aceptaremos nada», apuntaba el presidente del comité de empresa, que se mostraba expectante ante la reunión prevista para el lunes. «A ver o que pasa, o que se veu na xuntanza do xoves é que teñen boa disposición para negociar, pero ata o luns non saberemos nada máis», concluyó.