La parada en la Praza do Concello desbordó todas las expectativas de público admirando estas máquinas de colección
12 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.«É incrible a afección que hai agora mesmo na zona por todo isto. Eu mesmo comecei con un e agora xa teño catro. Vas facendo na casa, aos poucos, como podes, e a verdade é que se trata dun hobby moi bonito, no que, polo menos os coches non perden valor, non pasa como cos novos que ao día seguinte de compralo xa perdestes», explicaba ayer por la tarde Óscar Martínez, organizador junto a Mario Serén de la concentración de vehículos clásicos de Carballo, que va ya por la tercera edición y se ha vuelto a superar.
No solo destacó la asistencia de aficionados -había 140 vehículos y se juntaron 308 personas para comer en el Pazo de Vilar de Francos- sino el interés que suscitaron entre el vecindario en las zonas por las que iban circulando: Calvo, centro de Carballo, Caión, A Laracha... La apoteosis llegó por la tarde en la concentración de la Praza do Concello carballesa, por la que los organizadores calculan que pudieron pasar más de 1.000 personas durante el tiempo que permanecieron en ella los coches.
Había de todo, desde utilitarios que no hace tanto se usaban como vehículos de diario en la zona, hasta auténticas joyas, como todo un Ford A de 1929 o varios Porsche Turbo, de series que prácticamente no se encuentran.
Sus propietarios llegaron sobre todo de Bergantiños y su entorno, pero había gente de las cuatro provincias gallegas, de Asturias e incluso un suizo. Como incidencias solo cabe señalar dos recalentamientos de motores que, en medio de tanta máquina y tantos años, es lo de menos.