Una fuente de 117 años

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

Jose Manuel Casal

Es un símbolo de la historia de Carballo, pero no funciona

27 ago 2021 . Actualizado a las 20:29 h.

Uno de los pocos símbolos que quedan de la historia de Carballo, en el casco urbano, es la fuente de la Praza de Galicia. No es que se trate solo (junto a algunas viviendas o sus estructuras) del único testimonio que queda en el lugar del paso de los decenios: es que permanece igual. A su lado ha ido viendo como a la plaza le cambiaban el nombre. De la Concordia a la Libertad, del Generalísimo (1957) a la actual Galicia (92-93). Ha visto como se ajardinaba todo su entorno, con hermosos y aritméticos parterres desde finales de los años veinte, hasta cómo se eliminaban las plantas y se construía una especie de cobertizo alargado (antes, en su lugar, había casas) para alojar a los taxis (1966), y como estos se sacaban de nuevo para acercarlos al lateral y pintar de nuevo la mancha verde en el centro. Por su entorno también pasó la feria, que venía de Artes (A Feira de Berdillo) y después pasaría a la otra plaza.

Este símbolo está en pie desde finales de 1900, hace casi 117 años. La crónica de la inauguración se contó con detalle en La Voz de Galicia. Fue toda una fiesta, y pudo ser más, de no haberla enturbiado la lluvia. El agua llegaba de Xoane y también se conectó la de la Braña.

Y se mantiene prácticamente igual, con el defecto del que no mana apenas agua, o cae muy poca, sin fuerza. Un problema que, desde el área de Obras del Concello, tratarán de solucionar en breve: «Xa estamos mirando iso», indicó el edil Luis Lamas.

Ricardo Vilas ha seguido bastante en detalle las evoluciones de la fuente y la plaza en los últimos 40 años. Ayer recordaba que, una de las condiciones que puso para ser concejal, fue devolver el verde a su entorno, que sigue en la actualidad. Sobre el 61, el cemento lo había invadido todo. Trasplantó la palmera, que venía de la calle de la Estrela. «Dicíase que tiña uns 150 anos, que era historia do pobo», recuerda. Lo pagó Fenosa, la propietaria del terreno en el que estaba. Fue sobre el 81. Un año después, plantaron el carballo. En el 86 llegaría el cruceiro. En ese primer año de los 80 taparon los antiguos baños, detrás de la fuente, por motivos de salubridad. Reconoce que eso pudo ser un error, pero en aquel momento creyeron que era lo más adecuado. Y todo lo que se hizo, siempre con la fuente de testigo.

La crónica de la inauguración que se hizo en su día

«Por fin los habitantes de esta villa hemos tenido la satisfacción de ver inauguradas, y al servicio público, las fuentes de aguas potables de las que carecíamos, cuya construcción fue subvencionada por la Diputación provincial con el 75 % del importe de las obras, siendo el presupuesto de 64.718 pesetas.

Tan fausto suceso se celebró el 10 del corriente con una solemne función religiosa, la bendición de las fuentes (que reportarán grandes beneficios a la población y a los transeúntes), y con festejos populares.

Para amenizar el indicado acto se trajo de esa capital una sección de 12 músicos, pero a causa del mal tiempo poco han lucido los festejos, y poco se ha divertido la juventud, que era quien más los deseaba, ansiosa de distracciones.

En el momento de bendecir la fuente principal, construida en la Plaza de la Libertad, el acreditado fotógrafo de esta villa, Gervasio Varela, sacó una instantánea.

Los manantiales se hallan a tres kilómetros de distancia, en el lugar que denominan Casilla de Joane. La cañería viene por el paseo de la carretera de Malpica, y su colocación se terminó el 19 de septiembre último.

El 23 del mismo llegó e1 agua (que es bonísima) a la fuente principal mencionada, la cual es de airosa y bonita forma, con cuatro caños y su enorme pilón. Las pruebas hechas aquel día dieron un satisfactorio resultado. También las dio el surtidor que tiene en el remate de la columna con sus tres juegos de agua: el que la echa en columna vertical; el de regadera o lluvia, formando curvas, y el de lluvia horizontal, que ofrece un hermoso golpe de vista y lanza el agua fuera del pilón mojando a cuantos se acercan a aquel.

La otra fuente es de un solo caño y está situada en la calle de la Braña. Muchas fueron las sellas que en esta fuente su llenaron el día de las pruebas, por el gusto de probar el agua, que es excelente, como queda dicho, y llega sin ningún mal sabor, debido a las buenas condicionas de la cañería. Esta es de acero, con esmalte negro al interior, y revestida exteriormente de una fuerte pasta, que solo se ablanda al calor de un potente soplete, como hemos visto al hacer ciertos empalmes y soldaduras cuando se colocó. Fue construida en Barcelona. En el referido día de las pruebas no se cogió agua para el consumo en la fuente principal, porque seguían trabajando en ella los operarios. Dicha fuente ha sido bautizada con el nombre de El Pilar». Texto publicado en La Voz de Galicia el 17 de noviembre del año 1900.