La muiñeira nupcial de Ana Fernández y Álex Avila suma medio millón de espectadores

CARBALLO MUNICIPIO

cedida

El baile, grabado hace más de un año, se ha hecho viral en los últimos días

23 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Estoy alucinada», comenta Ana Fernández Lavandeira. No es para menos. Ya pasó más de un año desde que se casó y en los últimos días un vídeo de su boda se ha hecho viral y ya ronda el medio millón de visitas. Se trata de una grabación de unos pocos minutos en la que Ana y su ya marido, Álex Ávila, bailan una muiñeira al ritmo de un grupo en la Finca Montesqueiro. Lo bordan, tanto él como ella. Parece que se desplazan un palmo por encima del suelo y sin apearse la sonrisa de felicidad de la cara. «Los dos bailamos desde pequeños, él en Carballo y yo en A Coruña. De hecho nos conocimos en Xacarandaina», explica Ana. Lo curioso es que el vídeo lleva desde entonces en la Red y tuvo bastantes reproducciones. Lo que sucedió esta semana es que lo destacó la web Folk Galicia, entre otras, y las cifras empezaron a dispararse. «Hai dous vídeos en YouTube e entre os dous levan unhas 7.000 reproducións. Pero as redes sociais teñen estas cousas e no Facebook disparouse. Chegoulle á xente de moi, moi lonxe e a verdade é que recibimos moitísimas palabras bonitas. Estamos moi agradecidos», explica Álex en la citada web especializada en el folclore gallego. «En Buenos Aires un chico colgó un vídeo en el que copian el baile, igual que yo con el brazo abajo por el vestido, y le llaman muiñeira dos noivos. Es increíble», cuenta Ana, que es la segunda vez que protagoniza un vídeo viral. «La gente va a pensar que lo busco», reflexiona. El anterior fue el flashmob que organizaron sus amigas con motivo de su despedida de soltera y que en pocas horas superó las 100.000 visitas. Hace muy poco la pareja se estrenó como padres. La niña tiene tres meses y seguro que el vídeo de sus primeros pasos también se convertirá en viral. «¡Ja, ja. No, ya está. Me alegro de que a la gente le haya gustado el baile, pero se acabó!», apunta sonriente la encantadora madre-bailarina.