La estatua de Bértoa necesita una intervención contra el óxido
05 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El artista Manuel Facal Ponte nunca ha dado la espalda a su Carballo natal. A lo largo del municipio ha ido desperdigando, como las pinceladas por un lienzo, algunas de sus obras de forma desinteresada. Por amor al arte, como dirían algunos, pero también por devoción a Carballo. Quizás muchos de los que pasen por el polígono de Bértoa o salgan del aparcamiento del centro comercial no se hallan parado a pensar la autoría de esas monumentales esculturas. Pues sí, es cierto, las hizo un carballés. De hecho, la que se encuentra en el parque industrial requiere de una restauración, pues el óxido de los materiales es evidente.
Siguiendo el recorrido por el municipio, en el patio del instituto Monte Neme se encuentra otra escultura, esta de menor tamaño y de formas geométricas menos lineales, bañadas en un intenso azul. Fue inaugurada hace nueve años, durante las celebraciones del Día das Letras Galegas.
La Casa do Concello tampoco podía quedarse sin presumir del artista carballés. Los visitantes que entren a cumplir con el protocolo institucional se podrán encontrar con la particular rúbrica de Manuel Facal en el libro de visitas o, subiendo las escaleras del edificio, donde un imponente cuadro observa desde lo alto.