Es la instalación de la historia de Carballo
24 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Ayer se cumplieron quince años de la apertura al público del Museo de Bergantiños, en la calle Martín Herrera, la antigua cárcel del partido judicial de Carballo.
A finales de los 70 había dejado de cumplir esa función, y fue en los ochenta, también a finales, cuando las nuevas corporaciones se plantearon la posibilidad de convertirla en un museo. Entre unos trámites y otros, y sobre todo la falta de financiación, hubo que esperar también (casualmente) casi quince años hasta que el entonces presidente de la Xunta, Manuel Fraga, acudiese a Carballo descubrir la placa de la inauguración (tiempo antes ya se había puesto en marcha, en la parte trasera, la biblioteca). Lo acompañaba el entonces alcalde, Manuel Varela, y el presidente de la Diputación, José Luis Torres Colomer, además de miembros de la corporación, empresarios y miembros del tejido social carballés.
El edificio es de estilo neoclásico, construido a mediados del siglo XIX. El arquitecto encargado de la reforma fue Gallego Jorreto. En su interior se exhibe una muestra representativa del pasado local, tanto de Carballo como de la comarca. Hace diez años sufrió una reforma, añadiendo un centro de interpretación turística, y la zona central se dotó de una cúpula acristalada.
En el 2011, al cumplirse el 175.º aniversario de la creación del Concello, se ampliaron sus fondos. Entre ellos, la maquinaria del reloj con la que fue dotado el primer consistorio, en 1943, además de las tres campanas que se podían ver en la torre del Ayuntamiento.