Abarrote de señales en Baldaio

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

SANTI GARRIDO

Viejos paneles conviven con los nuevos en una de las principales áreas medioambientales de la provincia. El Concello quiere solucionarlo

16 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La información, mejor que sobre que que falte, pero lo mejor está en el punto medio: la justa, correcta, clara y suficiente. Eso no ocurre en Baldaio, en todo el entorno de la laguna, una amplia superficie que, en mayor o menor medida, afecta a las parroquias de Lema, Rebordelos y Noicela, hasta los límites de As Saíñas o A Pedra do Sal. La situación de los paneles peca sobre todo de exceso en As Saíñas, junto al canal que conecta con la laguna, pero todo es matizable: muchos, sí, pero muy pocos realmente útiles. Algunos son tan viejos que ya no se lee nada en ellos. Otros, los postes de los códigos QR (para descarga en dispositivos digitales) han sufrido la sinrazón de los vándalos y ya no queda nada de ellos. Hay que añadir otros antiguos de Costas, los necesarios de Protección Civil, los referentes a la playa y los ornitológicos, ya que la zona es un observatorio privilegiado de aves.

Desde hace unos días, además, se incluyen los que ha instalado el Concello. Son más claros (espacio, flora, fauna) y están mejor situados, pero el visitantes se sentirá sorprendido al ver tantos y por tantas partes. Para tratar de remediarlo, desde el área de Turismo del Concello han iniciado los trámites para que las Administraciones competentes (Costas) los retiren. No ha sido fácil, ni localizar a los primeros colocadores ni gestionar todos los permisos. También actuará para reponer los códigos, que se incluyeron en un plan de divulgación del litoral. Y ha puesto los nuevos, que se integran en una de las tres líneas de actuación: la interpretativa, que además de As Saíñas está en Sambade o Santa Irena, la de localización y la direccional. Los principales puntos están al fin indicados. No son pocos (incluso de Carballo) los visitantes que desconocían cómo llegar a A Arnela, o a diferenciar A Pedra do Sal o As Saíñas. Incluso el magnífico mirador (a ras de marisma) de Sambade: ahora ya se conoce su nombre. Por cierto, en este lugar uno de los nuevos paneles con información está situado justo por encima del marco vacío de otro de Costas. Una pena que no se haya incluido en el plan a San Cristovo, al lado de la fuente y de la caseta de las mariscadoras: los marcos siguen rotos y vacíos. Aunque en ese lugar, más que letras, lo que más gusto da es ver el vuelo de un cisne aparentemente solitario que ya lleva una buena temporada en la zona, y que ayer escapaba hasta del disparo de las cámaras lejanas. El proyecto municipal, por cierto, se ha sufragado con fondos propios (la mayoría) y de la Xunta.

El entorno de la laguna y la marisma presenta un buen aspecto general, al menos en los paseos por las zonas delimitadas. Las papeleras de As Saíñas tenían ayer bastante basura, aunque probablemente se deba a la espera de los días señalados para la recogida, porque en otras ocasiones están vacías. En el aparcamiento siempre hay vehículos. Por fortuna, aún de tierra, igual que la pista de acceso, por la que hay que circular despacio.