Unas operaciones llenas de protestas, dificultades y retrasos burocráticos

1992, encallamiento. El Mar Egeo, un buque tanque construido en Japón en 1973, tenía 261,02 metros de eslora por 40,67 de manga. El 3 de diciembre de 1992 navegaba desde el Mar del Norte con 79.081 toneladas de petróleo Brent Blend (crudo ligero) a la refinería de Repsol en A Coruña, pero esa madrugada encalló entre las puntas Eiras y Robaleira, en la Torre, vertiendo al mar 67.000 toneladas de crudo.

 1998, desguace. Tuvieron que pasar seis años, hasta 1998 para que la Armada sacase a concurso el puente y la popa del buque tanque que no llegaron a hundirse, operaciones que desarrolló la empresa de Carballo Desguaces Lema. La subasta contó con la protesta de un movimiento denominado A Movida que solicitaba mantener los restos del barco.

 2000, primera extracción. Dos años después, en el 2000, la Junta Delegada de Enajenaciones y Liquidadora de Material del Cantábrico adjudicaba a Corral Obras Marítimas la extracción del fondo marino de los restos del pecio.

 2004, nueva subasta. Las operaciones de rescate de la chatarra del Mar Egeo siempre se realizaron de forma discontinua. Así, en el año 2004 la Armada volvió a sacar a concurso la retirada de los restos, trabajos adjudicada a la empresa Desguaces Petrallo, con raíces en el puerto de Camelle.

 2017, otro concurso. La Administración ha vuelto a sacar ayer a concurso la extracción y el adjudicatario se conocerá en enero.

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