Ocurrió tal día como hoy, en Carballo, pero en el 2001
07 nov 2016 . Actualizado a las 12:22 h.Más de trescientas personas acudieron un día como hoy, en 2001, a la convocatoria de empleo lanzada por la empresa propietaria del Centro Comercial Bergantiños. La oferta estaba dirigida a jóvenes «en paro, con clara vocación comercial» e «interesados en convertirse
en los mejores profesionales en las secciones de carnicería, charcutería, pescadería, congelados, frutería, panadería, lácteos, caja, reposición...».
De entre todos los aspirantes serían seleccionados «entre noventa y cien» para cubrir los puestos que se crearon en el centro comercial carballés, según informaba el entonces director del complejo, Luis Gendra Ordóñez. La empresa buscaba «gente con vocación comercial» y dispuesta «a integrarse en el proyecto Haley».
Los jóvenes que acudieron a la reunión, que tuvo lugar en en el salón de actos de la parroquia de San Xoán Bautista, se mostraban ilusionados ante la posibilidad de conseguir un empleo. En general, todos valoraban de forma positiva la apertura de un centro comercial de estas características en Carballo por lo que podía suponer de cara a las necesidades laborales de la población. Eran muchos también los que consideraban que el complejo Bergantiños iba a perjudicar al pequeño comercio local, de igual forma, sin embargo, que opinaban que el consumidor saldría beneficiado.
A este respecto, Luis Gendra manifestaba: «Venimos a sumar, no a restar», y hacía un llamamiento a los empresarios del municipio para que se sumasen al proyecto. La empresa se comprometió con el Concello de Carballo a contratar mano de obra local.
En aquel momento estaban en marcha las obras de construcción del complejo. Comenzaron con muchas dificultades, puesto que el terreno situado entre la avenida Ponte da Pedra y la carretera de Razo, por donde pasa el Rego da Balsa, era muy húmedo. Unos meses después, el 2 de abril de 2002, el Centro Comercial Bergantiños abrió sus puertas en medio de una gran expectación.
Hoy, quince años después, las instalaciones languidecen con una importante parte de los locales desocupados, debido a la crisis y a los altos precios de alquiler.