Poesía para el comercio local

Patricia Blanco
Patricia Blanco CRÓNICA CIUDADANA

CARBALLO MUNICIPIO

06 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace días que cada mañana o cada noche, según cuadre, me paro delante del escaparate de Manualidades Loly, en la Gran Vía carballesa. Por la noche es bien visible, dada su iluminación, destacando sobre el resto, y por el día también. Tiene una selección de cuidados productos artesanos expuestos en el escaparate y, al fondo, siempre se ve a alguien trabajando. Además, ocurre que de un tiempo a esta parte el comercio brinda a los viandantes una frase poética, un pensamiento positivo, una aseveración de esas que contribuyen -al menos en mi caso- al llamado mindfulness: un concepto psicológico alusivo a la concentración de la atención, a la valoración consciente de las pequeñas cosas que hay en medio del barullo diario. Es una definición particular. El caso es que con Manualidades Loly he venido aprendiendo estos días que quien lo intenta puede perder, pero que quien no lo intenta ya está perdido; que la última llave puede ser la que abra la puerta; y que el sol siempre sale por muchas nubes que haya. Son solo tres ejemplos. El asunto viene al caso de las potencialidades del comercio local y del momento tan decisivo que atravesarán en breve, con la campaña de Navidad a punto de llegar. Puede parecer un detalle menor, pero iniciativas como esta mencionada podrían entrar dentro de un estudio riguroso de la Cámara de Comercio que se concretó, hace ya tres años, en un plan de apoyo a la competitividad de las pequeñas empresas. Acaban de abrir la convocatoria del 2016 y, en este tiempo, han sido en torno a cien los empresarios que participaron en el programa de diagnóstico de innovación comercial. Influyen muchas cosas: desde dónde está la tienda hasta el escaparate o el uso de las redes. Son cuestiones que también acercó la Dirección Xeral de Comercio a través de distintos cursos celebrados en la comarca: por ejemplo, en la sede de la Fundación Eduardo Pondal de Ponteceso. Un escaparate despampanante con un surtido de artículos tentadores y bien colocados, pero sin precio, puede desanimar a un comprador, igual que ese mismo escaparate con una tarjeta que incluya precios imposibles. Parecen cosas de sabido conocimiento, pero no lo son, de ahí que sea necesario aprovechar estas pequeñas oportunidades formativas, abordadas asimismo en sesiones como las del ciclo inForum en Carballo. El comercio local viene enfrentándose a tiempos decisivos y, en esa batalla que siempre dicen librar contra los grandes centros comerciales, a veces la diferencia puede estar en las pequeñas cosas. El éxito de un emprendedor -he ahí el reto- va mucho más allá del ya de por sí complicado levantamiento de persiana. Quizás la poesía no sea la única solución, pero la próxima vez que necesite algo hecho a mano iré a ver qué ofrece Loly.