«Tenemos una riqueza en el monte que no sabemos explotar»

CARBALLO MUNICIPIO

s. g.

Consejera delegada de Biomasa Forestal, nació en Malpica y vive en Carballo. Defiende a ultranza los biocombustibles

09 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Luz Pardo Longueira (48 años) nació en Malpica, se crio en A Coruña y reside en Carballo, donde está casada, desde los 28 años. Su empresa, Biomasa Forestal (fue adquirida hace casi cinco años por su grupo familiar, Gestán), de la que es consejera delegada, tiene la sede en el polígono industrial de Penapurreira, en As Pontes.

Esta compañía es la principal productora de España de pellets (pélet, normativamente, término que se trata de implantar), ese biocombustible sólido de biomasa leñosa que cada vez tiene una mayor cuota de mercado, entre otras razones por sus ventajas energéticas, económicas y ecológicas, aunque todavía lejos de lo que ocurre en media Europa. Luz Pardo es, además -y desde enero de este año- la presidenta de la Asociación Española de Empresas Productoras de Pellets (Apropellets). Forman parte unas 80 firmas de toda España, aunque por volumen industrial en realidad las más importantes son una veintena.

La fábrica de Pardo (y otras) participa desde el jueves y hasta hoy, en la Praza do Concello de Carballo, en la exposición A biomasa na túa casa, impulsada por la Xunta (a través de dos institutos energéticos) y el sector privado para fomentar el uso de las energías renovables, especialmente en las calderas.

-¿Qué producción tienen en As Pontes?

-Tenemos una capacidad de 70.000 toneladas. El año pasado llegamos a las 62.500, y somos líderes nacionales en producción y exportación, con casi 40.000, la mayoría a la UE, mucho en el Reino Unido. Y, en menor medida, también exportamos por barco a la República Dominicana.

-¿Cómo está el consumo?

-Crece año tras año. Hay muchos factores. Como el balance de CO2 es neutro, hay lugares como el Reino Unido en los que se incentivan mucho este tipo de combustibles. Allí donde se reducen las emisiones, se consume mucho más. Hay determinados países de Europa donde se reducen cada año y otros en los que aumentamos, que estamos en el vagón de cola, los el sur. En España, crece, con todo lo que eso implica medioambientalmente, además de tener que comprar derechos de emisión.

-Es curioso que con el potencial forestal que tiene Galicia, este sector no tenga mucho recorrido.

-Galicia es la mayor productora de biomasa, pero en aprovechamiento forestal no estamos igual. Por ejemplo, la media europea es del 65 % de aprovechamiento forestal, y en España es solo del 35 %. Tenemos una riqueza en el monte que no sabemos explotar. La infrautilizamos. Si tuviésemos los porcentajes medios de la UE reduciríamos 25 millones de barriles de petróleo. Es solo uno de muchos datos.

-¿Y qué se puede hacer para incentivar este consumo?

-Con legislación, aplicando las subvenciones al sector público y privado. Con medidas de mejora que puedan favorecer el consumo de manera exponencial. Reduciendo el IVA, que lo tenemos al 21 %. Con impuestos de emisiones de CO2 para aquellos que emiten más. Reduciendo el IBI en aquellos edificios con calderas de biomasa. Pueden hacerse todavía muchas cosas.

-Y cambiar hábitos, sustituir calderas existentes. No parece fácil ni barato. Y además, el peso del consumo doméstico tiene una relevancia relativa.

-Hay consumo doméstico e industrial, no hablamos solo de viviendas. Hay fábricas grandes que usan o pueden usar los biocombustibles. En cuanto al gasto hay que mirarlo en números globales, en ahorro, y es muy importante. Además, hay calderas de gasóleo en las que pueden sustituirse los motores, no es necesario cambiar toda la instalación. Existen subvenciones y préstamos a bajo tipo de interés. En todo caso, el crecimiento de megavatios instalados en España ha sido exponencial. En el 2010, en España la producción era de 100.000 toneladas, y año pasado fue de 500.000.

-El precio del gas o el gasóleo ha bajado bastante. Eso no incentiva los cambios.

-Es coyuntural, algo temporal. Pero incluso así, una vivienda unifamiliar ahorra una media del 15 % con uso de biomasa. Cuando más consumo, más ahorro. En una piscina está en el 25 % aproximadamente. Y con los precios de los combustibles más altos, del 35 al 40. Incluso llegó a duplicarse. El precio del pellet es estable. El de la madera lo está desde hace unos 30 años. El kilo de pellet ronda los 20 céntimos. Dos kilos equivalen a un litro de gasóleo. Y existe ya una red para transportar el material de la fábrica a la vivienda, por apenas un 10 % más.

-¿Cuántas fábricas hay de pellets en Galicia y en España?

-Somos cuatro, con una capacidad de 130.000 toneladas, mucho más de lo que se consume, que está entre 20.000 y 25.000. Por eso se exporta. En España somos 80 plantas, pero industriales, unas 20. Y todas certificadas.

-¿Cuál es el árbol que más se aprovecha para la producción?

-En Galicia, el pino. El eucalipto no nos sirve, porque emite cloro. La acacia, tampoco, hay un problema con ella. Estamos trabajando para poder realizar mejores aprovechamientos de algunas especies. Lo más importante es que se trata de hacer un buen aprovechamiento del monte. Es un recurso, y tiene que ser sostenible. Exigimos que el monte se replante. Al 100 %. Usamos la madera residual, la más estrecha, la que tiene más vetas... La sostenibilidad es clave. Somos los que tenemos más certificados de sostenibilidad de España y de los que más de Europa. Y el recurso, por cierto, también es que genera mucho empleo. El aprovechamiento del monte implica a muchos: la tala, la carga, el transporte... En mi empresa trabajamos a cinco turnos de lunes a viernes, tenemos 27 empleos directos y mucho más personal que nos abastece.

-¿Saben de qué comarcas les llegan esas maderas para convertirlas en pellets?

-No tenemos una base de datos comarcal. Nos abastecen en radios de 100 kilómetros, hasta los 150 más o menos. De Bergantiños también llega, me consta por experiencia.

«El aprovechamiento forestal en España es del 35 %, frente a la media de la UE, que es del 65%»