Alto en Carballo para las Harley galas

carolina núñez, X. A. CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

JOSÉ MANUEL CASAL

Los miembros de un club francés de las míticas motos cruzaron la comarca en medio centenar de máquinas

13 jul 2016 . Actualizado a las 10:22 h.

El ruido de los motores predecía su llegada. Ayer, 48 motos y dos furgonetas llegaron a Carballo. La capital bergantiñana fue una de las paradas elegidas por el Club francés de la conocida marca americana Harley Davidson, para comer. Lo hicieron en el Río Sil. El viaje se enmarca en la 23.ª edición del raid Transpy, una expedición transpirenaica. Este año han realizado las mismas etapas que el Camino francés para llegar hasta Santiago de Compostela, pero peregrinando con sus queridas Harley.

Un raid que dura ocho días de viaje planificado desde el año anterior, según explicó María Toustou, una de las participantes y la encargada de todo lo que tenga que ver con las chicas del grupo, «algunas de ellas abuelas», precisa riéndose. Todo esta organizado: «Hacemos un viaje previo un pequeño grupo de personas para saber dónde parar». Nada sale fuera del programa realizado previamente. Se organizan en tres grupos de 15 personas, para que sea más fácil la entrada en los pueblos y ciudades, las paradas en los semáforos o la recarga de los depósitos de gasolina. Incluso hay dos motoristas que se encargan de la seguridad, también les acompaña un médico personal para evitar cualquier posible percance. Para ellos es importante no molestar a la ciudadanía. «Nos gusta preservar el respecto hacía los usuarios de las carreteras, ir con la población del lugar», cuenta Toustou.

Daniel Schueffenecker porta muchos pines y emblemas con un significado. «Reflejan la historia de todos los lugares que hemos visitado», relata enseñando algunos de ellos. Tener una Harley Davidson cuesta alrededor de 20.000 euros, explica. Para disfrutar lo máximo de las motos, se reúnen cada dos años para hacer turismo por España. Andalucía, Madrid, son algunas de las comunidades que han visitado. Este año su ruta pasa por el noroeste de la península. «Galicia es muy bonita, me recuerda a la Bretaña francesa, salvo por los eucaliptos», dice riéndose Schueffenecker.