Las armas de la batalla del peaje de Arteixo

Toni Silva A CORUÑA / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

José Manuel Casal

Los detractores del canon, que pagan cada día 10.000 usuarios, apelan a la posición estratégica, el potencial económico, el puerto exterior y el coste de otro vial. Fomento y concesionaria se resisten

10 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Además de por Inditex, Arteixo comienza a asomar como escenario mediático gracias al polémico peaje de Pastoriza. Hace una semana, muchas cámaras se hacían eco de la caravana kilométrica organizada por el alcalde, Carlos Calvelo, un hombre que en solo cinco años de política ha dinamitado cualquier aspiración a medrar dentro de su propio partido precisamente por reivindicaciones como la de Langosteira. Las relaciones entre cargos del mismo partido son tan tensas que incluso el Ministerio de Fomento abrió el vial de Langosteira a hurtadillas del alcalde. ¿Por qué remover ahora los rescoldos de la eliminación del peaje?

El escenario

Un núcleo gordiano de la economía gallega

Arteixo es uno de los principales focos industriales y económicos del norte de Galicia. Inditex y otras firmas punteras han dinamizado este municipio de poco más de 30.000 censados, y frontera con la ciudad de A Coruña. Y las previsiones son de incesante crecimiento alrededor de un triángulo con tres vértices estratégicos: el polígono de Sabón, el de Morás y el puerto exterior. Toda esa «demografía laboral» es un goloso atractivo para la concesionaria de la autopista, la verdadera beneficiada que ve como silenciosa observadora los cruces entre gestores políticos sobre el peaje que se niega a levantar.

la historia

Una vieja reivindicación

Las actuales contorsiones mediáticas de Calvelo para pedir la gratuidad de la AG-55 hasta Arteixo es una batalla más de una guerra con mucha historia. Basta ver el programa electoral, por ejemplo, del PSdeG-PSOE carballés para las municipales de 1995, en las que prometía luchar para eliminar el peaje de Carballo. El vigor posterior de los partidos se diluía, igual que los que políticos elegidos en las corporaciones del área metropolitana de A Coruña, especialistas en desempolvar ingeniosos proyectos sobre el tren de cercanías a medida que se desempolvaban las urnas (para luego recular por la sorprendente falta de financiación).

La ocasión

El «ahora o nunca» de Calvelo

El alcalde insiste en que esta vez es diferente. Porque hay capacidad para negociar con la concesionaria. Ni más ni menos que 40 millones, el precio del enlace que falta por construir entre el vial de Langosteira y la tercera ronda. De ahí la insistencia de Calvelo para reunirse con la ministra de Fomento, Ana Pastor, y con la Xunta. Su plan es girar esos 40 millones a los bolsillos de Audasa para que esta elimine el peaje de Arteixo en lugar de construir la nueva carretera. Se da además la casualidad de que un camión que salga del puerto exterior rumbo a la tercera ronda recorrerá prácticamente la mista distancia (la diferencia es de 100 metros) yendo por la actual AG-55 o por el tramo aún sin construir.

La estrategia

Audasa dispara sus «posibles beneficios»

Cualquier concesionaria de autopista negocia sobre previsiones de conductores que pasan por sus tramos antes de levantar un peaje. Esa estimación es lo que posteriormente pagarán las administraciones bajo el término de «peaje en sombra». Respecto al tramo de Pastoriza, Fomento, reticente a la eliminación del peaje, ha multiplicado casi por tres el coste estimado del peaje en sombra en solo nueve años. Así, en el 2007, cuando la economía aún bailaba ajena a la crisis, el pago a la concesionaria por el paso de vehículos se tasaba en 21 millones. En cambio, para este año en el que la economía aún se lame las heridas, calcula que el paso de vehículos por este peaje suponen 61 millones de euros para la concesionaria. Según la Intensidad Media Diaria, la previsión para el año actual es de 10.250 vehículos por este punto al día.

Estrategia (II)

Arteixo no quiere a Bergantiños en esta batalla

Porque son duelos diferentes. Al regidor le ha molestado especialmente que justo ahora -si bien ya se realizó desde la comarca de Carballo en numerosas ocasiones- los ayuntamientos de Bergantiños y la Costa da Morte alcen la mano para pedir la gratuidad de su peaje. Porque, argumenta, estos no tienen un argumento de 40 millones de euros con el que sí juega Arteixo.

El precio

Sin barreras no es gratis total

La concesionaria siempre va a cobrar su parte. Si no es el por la moneda del conductor en cabina, será por el pago acordado con Fomento o la Xunta. Hoy podemos recorrer la autovía del Barbanza sin pagar ni un céntimo. Pero de eso ya se encarga el Gobierno gallego, que abona, con el dinero de todos, 365 millones por 20 años hasta el 2035.