También se han colocado carteles informativos para evitar la aproximación reiterada de personas y, sobre todo, de animales domésticos. En las playas que forman parte del plan de conservación está prohibido dejar sueltos a los perros, por el peligro que puede suponer para la píllara das dunas. Al parecer es frecuente que los perros maten a las aves adultas o jóvenes y que pisen los huevos.
Los principales problemas para estos animales son la alteración del hábitat, con la construcción de paseos o embarcaderos, la limpieza mecanizada, las presencia de humanos y animales domésticos en los arenales, además de otros predadores naturales.