El fiscal colombiano frena la euforia

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CRÓNICA JUDICIAL

CARBALLO MUNICIPIO

13 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La Fiscalía colombiana ha frenado el estado de cierta euforia instalada en el entorno de la defensa y de la familia de José Mato Roibal, el carballés imputado por sendos delitos de tráfico de menores y falsedad documental, y para el que la acusación solicita 60 años de prisión. La puesta en libertad provisional, a finales de julio, por parte de la jueza por lo que el Código Penal colombiano denomina vencimiento de términos (noventa días de máximo entre la entrega de las pruebas y la celebración del juicio) y su regreso a Carballo sin ningún tipo de fianza ni restricciones hasta la celebración del juicio, había generado un cierto clima de optimismo. Sin embargo, la Fiscalía apeló la resolución al entender que los delitos de los que se acusa a José Mato son lo suficientemente relevantes como para imponer algún tipo de medidas cautelares.

Entre mañana y el martes, la instructora tendrá que tomar dos decisiones importantes. La primera, aceptar, o no, el escrito de apelación de la Fiscalía. Y la segunda, fijar la fecha de un juicio que acumula casi nueve meses de retraso, que, salvo sorpresa mayúscula, se celebrará a comienzos del próximo año. Pero si finalmente la instructora decide aceptar la tesis de la acusación, explicada en el escrito de apelación, cabría la posibilidad de que la jueza solicitase el regreso inmediato de José Mato a Colombia y, si este se niega, pedir la orden de extradición a España.

Pero está claro que el carballés, pese a lo que oficialmente asegura el abogado de la defensa, César Augusto Londoño Ayala, no piensa en volver a Bogotá. Y no solo por una cuestión de índole personal o de inseguridad jurídica. En Colombia esta tipología de delitos está tipificada con hasta 60 años de cárcel. En España, de uno a cinco. Y aquí es donde radica el futuro proceso, en caso de que las autoridades colombianas pidiesen la orden de extradición. Esta se cursaría a través del Ministerio de Asuntos Exteriores de España que, a su vez, daría traslado a la Audiencia Nacional. La Sala de lo Penal citaría a José Mato para una vista en la que su defensa alegaría contra esta orden internacional. A esta audiencia también asistiría un representante del Gobierno colombiano, posiblemente del Consulado. Posteriormente, el tribunal decidiría al respecto. Si finalmente no fuera extraditado, José Mato sería juzgado en España con el Código Penal español, mucho más benévolo que el colombiano en este tipo de delitos, tal y como insistió el portavoz de la familia, abogado y representante legal en España, Jorge Vázquez Vila, del despacho Espinosa & Vázquez Vila, quien quiso relativizar la importancia del escrito de apelación de la Fiscalía. «Es normal y lógico que lo haga, es su trabajo pero la jueza en su día descartó las tesis de la acusación y no impuso medidas cautelares contra José Mato, lo que deja entrever que los hechos imputados a José no se corresponden con la realidad, de ahí que no pidiera medidas provisionales contra él en su momento», apuntó.