El Deportivo inscribe su nombre en la final al vencer al favorito, el Celta

CARBALLO MUNICIPIO

Unos 500 aficionados presenciaron en As Eiroas la última de las tres jornadas, en la que las sorpresas fueron constantes, incluido un primer duelo gallego en una finalísima

15 jun 2015 . Actualizado a las 12:47 h.

? El Deportivo de A Coruña inscribió por primera vez su nombre en la selecta lista de ganadores del Torneo fútbol 8 Concello de Carballo-Memorial José Luis Vara. El equipo coruñés, bajo la dirección de Jorge Castro, fue el que mejor fútbol realizó durante la competición, aunque, en la final, el Celta partía como favorito. Los celestes venían de ganar a los blanquiazules en la liguilla previa por 2-0, en el campeonato gallego (3-0), en el trofeo Conservas Calvo (2-0) y en un torneo en A Pobra (2-0).

Real Club Celta: Alejandro Pertusa; Damián Rodríguez, Ismael Rodríguez, Manuel Fernández, Pablo González, Hugo Sotelo, Miguel Rodríguez y Hugo Álvarez. No hubo cambios durante la final.

Real Club Deportivo: Hugo Ríos; Álvaro Pérez, Álvaro Fernández, Daniel Barcia, Hugo Novoa, Hugo López, Jairo Noriega y Hugo Padín. Tampoco se realizaron cambios.

Árbitro: Xavier Rodríguez Campos (Coruña). Muy bien.

Gol: 0-1, min 7: Hugo Novoa, de fuerte disparo.

Incidencias: Buena entrada en la final en As Eiroas, con más de 300 espectadores en las gradas.

El derbi por excelencia no defraudó. El Deportivo salió más enchufado al terreno de juego frente a un Celta más confiado por la vitola de favorito.

Antes del único tanto del encuentro, Miguel Álvarez (Celta), y máximo realizador de la competición, lanzó un duro disparo alto. La réplica no se hizo esperar. Hugo Padín también disparó, pero el balón salió fuera por muy poco.

Con el 0-1 en el marcador, el Deportivo se sintió más cómodo en el campo. Hugo Padín estrelló un balón en la cepa del poste y Hugo Novoa hizo lucir al meta olívico. Antes del descanso, una falta de Damian Rodríguez fue respondida con una gran parada del coruñés Hugo Ríos.

La segunda parte fue más abierta, con dos equipos que nunca renunciaron al ataque. Miguel Rodríguez, del Celta, y Álvaro Fernández, del Dépor, probaron fortuna e, incluso, una falta del vigués Hugo Álvarez se fue al travesaño. Esa acción obtuvo respuesta por parte de Hugo Padín, que lanzó con mucha intención. El pitido final supuso una explosión de alegría de los futbolistas del Deportivo que, de esa forma, consiguieron un título inesperado.