Tres ejemplos de superación

Á. Palmou CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

Adolfo López, Manuel Ríos, Martín Varela -en pie- y Albert Llovera, ayer el Fórum Carballo.
Adolfo López, Manuel Ríos, Martín Varela -en pie- y Albert Llovera, ayer el Fórum Carballo. j. m. caSAL< / span>

Martín Varela, Manuel Ríos y Albert Llovera relataron sus vivencias en Carballo

13 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

«A discapacidade non é máis que outra traba nesta vida». «Chegamos ata onde nos deixan chegar porque a maioría dos límites son os que nos pon a sociedade». Así de claro se manifestó Martín Varela - «un tenista en silla de rodas, non alguén en silla de rodas que xoga ao tenis»- en la intervención con la que abrió ayer por la tarde la segunda jornada del inFórum15 y con la que no tardó en dar respuesta a la pregunta propuesta por los organizadores del ciclo carballés: Quen marca os nosos límites?

El deportista cormelán, que aspira a participar en los Juegos Paralímpicos que se celebrarán en Río de Janeiro el próximo año, compartió mesa con el piloto andorrano Albert Llovera y con el copiloto compostelano Manuel Ríos -además de con Adolfo López, presidente de Íntegro- para ofrecer de forma conjunta una lección de superación y hacer un llamamiento a la integración.

Los hechos que han encarrilado sus vidas -un accidente de moto en el caso de Varela; uno de esquí en el de Llovera, y una malformación de nacimiento en el de Ríos- sirvieron de punto de partida a unos relatos con el denominador común de la capacidad de sobreponerse a la adversidad y a las barreras que la sociedad aún se empeña en ponerles.

Varela, al igual que sus compañeros de mesa hizo gala de un gran sentido del humor, en ocasiones incluso políticamente incorrecto: «Pon un cojo en tu vida», dijo el cormelán tras ofrecerse como «soporte» publicitario para conseguir la financiación que necesita para ir a Río. «Pensei que se andaba co tractor, malo sería que ao coche non lle puidera dar traza», recordó por su parte Manuel Ríos antes de explicar que tuvo que desplazarse infinidad de veces hasta A Coruña para lograr que le dieran la oportunidad de demostrar que podía sacarse el carné. Ya conseguido ese objetivo, no lo dudó cuando le propusieron participar en un rali como piloto pese a carecer de ambas manos -«gañar non gañei, pero tampouco quedei de último»- y en la actualidad sigue vinculado al mundo del motor como copiloto.

Similares impedimentos vivió en sus carnes Llovera. Se pasó un año y medio preguntando a diario por su licencia para coger un volante de competición y que años después puede presumir de haber completado la prueba de ralis más dura del mundo, el Dakar, y de haber ganado pruebas en las disciplinas más diversas.

El deportista andorrano, que llegó a participar en unos Juegos Olímpicos como esquiador y que en Londres vio como su hija -los médicos le dijeron que nunca podría ser padre- hacía lo propio, contó que le pronosticaron una esperanza de «22 años de vida» tras el brutal accidente que sufrió hace ya 30 y que lo dejó con parálisis total por debajo del pecho realizó la exposición más extensa de todas, trufada de anécdotas de su ya largo periplo en el mundo del motor y el desarrollo de productos adaptados.

Los vídeos de cada uno de los tres deportistas se fueron intercalando durante el desarrollo de una sesión prolífica en aplausos y risas por parte del público y en la que fue baja de última hora por un problema médico otro deportista que sabe lo que es sobreponerse a los reveses de la vida: el baloncestista carballés Manuel Cantelar.» «Se podémolo soñar, podémolo facer», había apuntado Adolfo López al principio de la velada, abierta por el edil Marcos Trigo, y así lo demostraron los tres invitados, a los que el alcalde, Evencio Ferrero, calificó como «exemplo de superación».

«Todos tenemos algo excepcional dentro de nosotros», «todos tenemos problemas e incapacidades, nosotros a lo mejor más, pero no por eso somos mejores o peores», había dicho un instante antes Llovera rompiendo una última lanza por la integración.