El complejo Vázquez Mouzo, víctima del vandalismo y la marginación
25 feb 2015 . Actualizado a las 12:59 h.El incendio que en abril de 2013 quemó parte del polideportivo de A Grela le dio la puntilla a un complejo que estuvo rodeado de polémica desde antes de su construcción. Tanto el pabellón como el campo de fútbol están ahora mismo clausurados a efectos de actividad deportiva, tal y como explican desde el gobierno local. Aunque en la página web del Concello, el complejo Vázquez Mouzo aún figura como instalación deportiva para uso y disfrute de los ciudadanos, sobre el terreno el panorama es bien distinto.
Los vándalos han destrozado el interior del pabellón. Por la pista se extiende todo tipo de mobiliario: porterías, mesas, espalderas o colchonetas. La uralita del techo tiene múltiples agujeros, más grandes en los puntos afectados por el fuego. Además, sobre el centro de la pista, cuelga una viga de casi dos metros de longitud.
Después del incendio de hace poco menos de dos años, los operarios municipales tapiaron los accesos, pero los gamberros no tardaron en volver para destrozar uno de los cierres, por el que ahora se puede acceder al interior del pabellón.
Por otra parte, a nadie se le escapa el problema de la marginalidad que hay en A Grela y el resto de la zona de Carballo de Arriba. La inseguridad fue una queja recurrente de los equipos que utilizaron el complejo. Las corporaciones han ido pasándose la patata caliente durante este tiempo sin que ningún gobierno municipal haya actuado de manera decidida para integrar a un colectivo con unas tasas de abandono escolar, paro y delincuencia inasumibles para una sociedad del primer mundo.
El campo de fútbol, vallado y con un caballo pastando en el césped
Enfrente del pabellón, al otro lado de la pista, está el campo de fútbol. El panorama también deja mucho que desear. La entrada principal está bloqueada por un cierre metálico. En el interior, un caballo pasta en el césped y galopa a lo largo y ancho de las instalaciones.
En los años 90, el Atlético Milagrosa jugaba en este campo sus partidos como local. Llegó a acoger algún momento histórico, como el ascenso del equipo del barrio a Segunda Regional en el año 1996. Tras la desaparición del club, este campo fue usado por las categorías inferiores del Bergantiños y los veteranos. Eso sí, las quejas por el estado de las instalaciones eran continuas, tanto por el mal estado del terreno como por los constantes robos en los vestuarios.
Una obra polémica que costó 90 millones de pesetas en 1984
El complejo de A Grela fue objeto de discusión municipal desde finales de los 70, cuando surgió el proyecto. Entre los años 84 y 86, el pleno aprobó una inversión de 90 millones de pesetas. La instalación fue inaugurada el 23 de agosto de 1986 y acogió hasta mediados de la pasada década competiciones de varios deportes, sobre todo hockey y patinaje. Ante la creciente demanda deportiva en el Concello, el gobierno local optó por habilitar los pabellones de varios centros para los equipos locales, por lo que A Grela fue cayendo en desuso, ante los robos que se producían en los coches de los usuarios.