La peña deportivista de Carballo, la asociación Monte Faro y los vecinos de Cardezo se fueron de celebración
02 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Las ganas de fiesta, el espíritu de grupo y la posibilidad de disfrutar de una rica propuesta gastronómica han podido más que la lluvia y el frío y han propiciado que la comarca fuese escenario este fin de semana de varias celebraciones en torno a una buena mesa. Así ocurrió ya el sábado al mediodía en Carballo, donde la peña deportivista local, que preside Ramón Souto -aunque no pudo estar presente en el ágape- celebró una animada comida en el restaurante A de Pako, cuyo responsable, Francisco Varela, es también directivo de la entidad. Casi medio centenar de seguidores del conjunto herculino celebraron así tanto la primera comida de la peña de este 2015 como la victoria cosechada por los hombres de Víctor Fernández la noche anterior. La casualidad quiso además que antes de comenzar la comida se encontrase en el local tomando el aperitivo un directivo del Deportivo, Juanjo Jaén, que fue invitado a pasar al salón, convenientemente decorado de azul y blanco, donde se reunió la peña, y que incluso le envió una foto con su móvil al presidente del club, Tino Fernández, para que pudiese comprobar que la afición carballesa goza de buena salud.
Cena cabalar en Areosa
Horas después, ya el sábado por la noche, fueron los socios y amigos de la asociación cabalar y cultural Monte Faro los que se reunieron en el local que la entidad tiene en el campo de Areosa (Vimianzo) para dar buena cuenta de un menú a base de pulpo y carne ao caldeiro. «Foi unha noite fría, pero coa comida e o viño levouse ben», explicó ayer el presidente de la asociación, José Manuel Pereira, que cifró los asistentes en unas doscientas personas. Una veintena de ellos se ocuparon además de la intendencia de una velada que se prolongó hasta las cuatro de la madrugada con la música de un dúo.
Reencuentro de vecinos de Cardezo
Y ayer, en Buño, el restaurante Canta la Rana se convirtió en el punto de encuentro para los habitantes de la pequeña aldea de Cardezo (Corcoesto, Cabana). El llamamiento impulsado por José Ramón Cousillas y algún vecino más para reunir al mayor número posible de personas nacidas en la localidad, pero que por unas u otras razones se fueron a vivir a otros lugares, fue todo un éxito y cerca de un centenar de comensales participaron en la comida. Todos ellos pudieron compartir anécdotas y recuerdos y revivirlos, puesto que fue proyectado un vídeo con imágenes antiguas y actuales de la aldea y de sus habitantes.