«Esta zona es muy bonita y es una pena que no se disfrute», explica el uniformado. Así fue cómo surgió el plan de subir un banco a Punta Corveiro, uno de los picos más altos del concello, señala Manuel Ángel Suárez, conocido popularmente como O Chino, que fue el carpintero local de 35 años que construyó de forma totalmente desinteresada la pieza.
Edu, de 52, suele recorrer el lugar casi a diario, bien sea caminando o en bicicleta, por afición. Pero se encontró con que para acceder a cerca de una antigua caseta forestal, hoy en día semiderruida, el camino estaba «cubierto de toxos», comenta. Fue ahí cuando habló con la comunidad de montes de Xaviña para ver si se podía limpiar, una petición a la que los comuneros accedieron de repente. «Como reconocimiento, lo vi claro para el disfrute de todo el mundo, y me puse en contacto con el distrito forestal así como con un buen amigo, Manu», cuenta Hernández. En apenas una semana, el artesano ya tenía la creación hecha, con un lema grabado que se le pidió expresamente y que dice como sigue: «No digas nada, disfrútalo y déjalo estar». Algo que, como Edu traduce, viene a decir «no lo robes», aclara.