Dos podrán verse el día 24 en una zona verde próxima al puerto de Camariñas
13 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Tras más de diez años guardados en un almacén municipal, dos de los cañones recuperados del Castelo do Soberano de Camariñas serán al fin expuestos al público a finales de este mes, tras haber sido restaurados por una empresa especializada a lo largo del último año.
La idea es colocarlos en una zona verde próxima al puerto -frente al Bodegón O Percebe- en cuya adecuación se está ya trabajando desde la semana pasada. Se eligió ese espacio, explica la alcaldesa, Sandra Insua, porque está cerca de la casa de las Romualdas, más conocida como casa del barómetro del Serpent, el buque inglés hundido en la Punta do Boi en el que fallecieron 173 hombres de la Royal Navy.
Los cañones también quedarán a mano de la vieja lonja, ya cedida al Concello por parte de Portos para hacer en ella un museo con aulas y cafetería. La idea es, precisamente, convertirlo en un espacio de divulgación sobre los naufragios y la alcaldesa confía en poder recuperar, para cuando esté en marcha, algunos de los elementos patrimoniales rescatados de los fondos marinos de Camariñas y trasladados a Vigo. Como los dos cañones del siglo XVI hallados a finales de 2019 procedentes de un pecio que se encuentra en las proximidades de la Virxe do Monte. Esos son de bronce y ya entonces el Concello pidió que se quedasen en la localidad, pero la condición era disponer de un espacio expositivo a cubierto, ya que no pueden tenerse al aire libre. Los del Soberano, al ser de hierro, sí pueden exhibirse a la intemperie.
Su restauración costó alrededor de 3.000 euros cada uno, financiados con fondos municipales, una cantidad que da idea de lo costoso que es hacerse cargo de este tipo de patrimonio. De los cinco que tenía almacenados el Concello, se eligieron los que mejor estado presentaban, explicó Insua.
Después de más de un decenio guardados y de haber servido incluso como bitas de amarre en el puerto, a partir del lunes 24 se expondrán al público acompañados de una placa explicativa con información sobre su origen.
Polémica por el lugar elegido
Las ruinas del propio castillo habrían sido el lugar idóneo para colocar los cañones, confiesa la regidora, «se tivésemos os nove», dice, «como só temos dous, queriamos poñer en valor esa zona verde, preciosa pero descoidada». La ubicación no ha gustado a todo el mundo, como a la agrupación local del BNG, que criticó que se esté «cementando e eliminando un xardín de máis de 100 anos de antigüidade» que, además, «foi cedido polos veciños para o seu coidado». A este respecto, la alcaldesa indicó que la idea es conservar parte de la zona verde y los árboles del entorno, saneando el resto. «Estaba moi sucio e descoidado. Levará pedra para apoiar os canóns, pero o resto será verde», dijo Insua.