Marejada en la ría de Camariñas a cuenta de la capitanía marítima

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

CAMARIÑAS

XESUS BUA

El patrón mayor de Muxía defiende el servicio frente a las quejas camariñanas

26 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El patrón mayor de Muxía, Daniel Castro, echó ayer en cara a su homólogo de Camariñas, Ramón Lema, que hubiera citado su cofradía cuando se quejó del servicio de la capitanía marítima y señaló que sus marineros y armadores están perfectamente atendidos, por lo que no ve la necesidad de cubrir la plaza que, por otra parte, no está vacante. Gonzalo Martínez López lleva en el puesto desde octubre del 2009, hace 10 años y ocupó un puesto que llevaba vacante 16 años.

El fisterrán, de Castrexe, fue ascendido a jefe de los inspectores, por lo que pasa buena parte de su tiempo en A Coruña, pero mientras que para los muxiáns nada ha cambiado y la atención sigue siendo igual de buena, para los camariñáns las cosas son más lentas.

Daniel Castro aseguró que sigue pudiendo contar con el capitán marítimo a todas horas en caso de necesidad y destaca que «é resolutivo ao máximo». Aseguró que su homólogo camariñán está «inventándose os problemas» porque en Muxía están «moi contentos» con el servicio.

La cuestión es que las capitanías marítimas son fundamentales para los armadores y marineros porque un retraso en un trámite supone no poder salir al mar. Los trámites suelen ser cada vez más complicados y farragosos.

Botiquines

Uno de los problemas con los que se están encontrando los armadores de la Costa da Morte es el tiempo que hay que esperar para la revisión de los botiquines. Para las citas con la Seguridad Social es necesario esperar meses en muchos casos. De las gestiones que realicen los capitanes marítimos en general dependerá de que los barcos tengan que estar más o menos tiempo amarrados.

Otro problema generalizado es que desde hace unos años se ha reducido el personal administrativo y algunos funcionarios atienden en varias plazas. De hecho hay una persona que se desplaza de Camariñas a Corcubión. Tampoco en Corme está demasiado bien la situación y cada día se hace más complicada la atención en Malpica.

Gonzalo Martínez López atiende a un millar de pescadores adscritos a las cofradías de Camariñas, Muxía y Camelle. De ellos debe llevar los planes de seguridad y los despachos, en colaboración con el personal de las cofradías que, por cierto, cada vez es menos por las dificultades económicas por las que atraviesan los pósitos.