La casa más solidaria de Camelle está a punto de convertirse en un hogar

J. V. Lado, M. López CEE, CARBALLO / LA VOZ

CAMARIÑAS

BASILIO BELLO

A Pergoliña ultima los trámites para entregarle la vivienda a Tatiana Alves y sus hijos

14 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Le falta la cocina y el martes, según señalan desde Amigos de Galicia, una de las entidades que ha colaborado con este gran proyecto de solidaridad colectiva, está previsto que se la instalen. A partir de ahí, y en cuando se completen los farragosos trámites burocráticos, Tatiana Alves, la viuda del marinero de Camelle José Secundino Suárez Suárez, tendrán la casa que tanto ansían y que tantos esfuerzos de mucha gente, principalmente de los integrantes de la asociación de vecinos A Pergoliña, ha costado conseguir.

El grueso de la obra, en la que han trabajado numerosos profesionales locales de manera altruista, está lista. «Aínda non temos as chaves, falta a cociña e sen cociña non podemos ir», explica Tatiana, que tampoco quiere extenderse en detalles, a la espera que desde la asociación decidan los pasos a seguir, pero que sí se muestra tremendamente agradecida.

Tal como explica el abogado Manolo Martín, natural de Muxía y que sirvió de contacto como integrante de Amigos de Galicia, y detalla Suso Busto, el director general de la entidad, la cocina en cuestión, como fue pedida a medida, se ha demorado algo, pero esta semana debería quedar colocada, además de la mesa y las sillas del comedor. Una ayuda de mobiliario a la que el colectivo, que participa en proyectos solidarios por toda la comunidad, ha destinado unos 6.500 euros.

Desde la asociación A Pergoliña, principal impulsora de la campaña solidaria que le valdrá a Tatiana y a sus hijos un techo bajo el que vivir, explican que están «ansiosas por rematar e por metelos xa para a casa», según cuenta María José Sánchez. Pese a estar lo grueso de la casa ya finalizada, la colocación de la cocina se está retrasando algo más de lo que tenían previsto en un principio. «Pero ao depender da solidariedade da xente, que saca horas do seu tempo libre e das súas vacacións, temos que adaptarnos», añade Sánchez. Tatiana continúa, con sus tres hijos, alojada en una casa de acogida, aunque desde Pergoliña aguardan reubicarla en su nuevo hogar «no prazo dun mes», aproximadamente. «Levamos ano e medio traballando moi duro e reuníndonos case cada semana, porque son decisións que temos que tomar en conxunto, non unha persoa soa. Foi moitísimo traballo e claro que temos gañas de acabar, pero non me arrepinto para nada, ao contrario», añade María José Sánchez. Todavía queda salvar el escollo del traspaso de la vivienda una vez esté ya finalizada y se sepa su valor total. «Dende un principio se falou de que a casa se doará aos tres nenos e que Tatiana terá o usufruto. Esa foi a idea inicial e así se manterá», añaden desde A Pergoliña, que durante estos meses han tenido que navegar con cuidado entre todas las donaciones recibidas para no gastar más de lo debido en la reforma y quedarse sin fondos para hacer frente a los impuestos que Tatiana Alves y su familia tendrán que pagar por la donación de la vivienda. «Non escapa ninguén a Facenda», afirman.

Y es que detrás de todo esto, de la capacidad de respuesta y la calidad humana que han demostrado los vecinos de Camelle, y muchas otras personas del resto de la comarca y de Galicia, hay una parte burocrática mucho más tediosa que lo que se percibe a simple vista, pero que es imprescindible para que la familia pueda instalarse en su nuevo domicilio y seguir construyendo su vida, sin que se la amarguen las cargas tributarias que les podrían venir encima.

La repentina muerte de José Secundino, a finales del 2017 fue un palo tremendo, porque tenía 37 años y, con dos hijos y otro bebé en camino, era el único sustento de la familia. Eso, unido a la alta estima que le tenían en Camelle, disparó una oleada de solidaridad, que trascendió como ejemplo comunitario incluso fuera de Galicia.