Solo en noviembre se sumaron a las listas del paro otras 249 personas en la comarca
05 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Con lo que costó reducir las cifras de desempleo en la Costa da Morte para, al final, quedar en nada. Contrato a contrato y renovación a renovación se había logrado encauzar, de alguna manera, las estadísticas en la Costa da Morte. A las puertas de Semana Santa estaban registradas en las listas del Inem 7.336 personas, según los datos de la Consellería de Economía, Emprego e Industria. A 31 de agosto, 6.739.
Pues bien, fue marcharse el turista de la Costa da Morte y el paro empezó a brotar, y no precisamente de color verde, sino de color negro. Negro de un mercado laboral incapaz de generar trabajo, incapaz de absorber la mano de obra sobrante, mucha de ella cualificada.
Ni el acusado saldo vegetativo negativo ni el repunte de la emigración han logrado mejorar las cifras de empleo. Al revés. De hecho, si se extrapolan los datos del paro del mes de noviembre del 2018 con los del mismo mes del 2017, estos apenas varían, y eso que la comarca perdió la friolera de mil habitantes en apenas un año. En apenas dos meses (octubre y noviembre) se liquidó casi todo el empleo generado desde Semana Santa, es decir casi cinco meses.
El 2018 no pasará precisamente a la historia por ser excesivamente boyante en lo que a altas a la Seguridad Social se refiere. Un dato, en agosto solo se generaron 45 puestos de trabajo netos. Ni uno mas, ni uno menos. Y en noviembre fueron 249 las personas que perdieron sus puestos de trabajo en la Costa da Morte. Y lo peor, según lo ocurrido en ejercicios anteriores, es que todo apunta a que esto no ha hecho más que empezar, por lo que se prevén nuevos números rojos para diciembre, enero y febrero.
Ni los buenos datos de Laxe y Camariñas han compensado las nefastas estadísticas registradas en el conjunto el mercado laboral. Y por sectores, la agricultura continúa siendo un balón de oxígeno, ya que representa el 3 % del total de parados censados. También gana protagonismo la construcción, con un 16 % del desempleo de la zona. Y pierden, con holgura, el sector terciario y la industria, con tasas del 59 y el 22 %, respectivamente.
Despido
Por otra parte, un trabajador ha sido despedido por Ferroatlántica por «un comentario que fixo nunha rede social». Así lo denunció ayer la CIG, quien calificó al afectado como un trabajado que había sido delegado de la CIG. Y desde la central acusan a la empresa de insistir «na campaña de represión sindical».