Socios disconformes

La Voz TRIBUNA ABIERTA

CAMARIÑAS

30 jun 2018 . Actualizado a las 17:51 h.

Un nutrido número de socios del Club Náutico de Camariñas queremos hacer pública nuestra disconformidad y frontal rechazo a acontecimientos que se han venido desarrollando en estas últimas fechas y que, de un modo grave, atentan contra la imagen la entidad.

Atrás han quedado aquellos tiempos en los que el Club era enseña y baluarte de unión, caballerosidad y ejemplo para otras instituciones vecinas. Nadie sospechaba que, aquella gloriosa, jubilosa y prometedora situación podría desembocar en la actual y profunda crisis, abandono, desastrosa gestión y penosa integridad.

Pese a que la actual junta directiva encabezada por Martín Castiñeira y regentada por el ya archiconocido José Manuel Olveira pretenda vender una imagen de prosperidad y buen hacer, lo cierto es que dicha artificiosa imagen choca de bruces con la realidad de los hechos, aquella que da y quita razones.

A nadie se le puede escapar la vertiginosa pérdida de embarcaciones de tránsito y por consiguiente, el detrimento de visitantes náuticos a la villa camariñana; nadie puede obviar el imparable crecimiento del Club Náutico de Muxía y el hundimiento del nuestro. Tenemos unas instalaciones lamentables, cada vez más deterioradas y sin visos de reposición, un servicio de hostelería marcado por la resolución del contrato a un referente a nivel comarcal como Marcos Tajes, colocando en su lugar a la única persona que concurrió al proceso de adjudicación desconocedora de la realidad social que rodeaba a la entidad, y que se ha subido a un barco que zozobra por doquier.

El Club está desierto, ya nadie acude a sus instalaciones y la sangría de bajas de socios es continua. El Club de Vela se ha disuelto y los niños, aquellas generaciones que debieran tomar el relevo, ya no tienen cabida en la entidad.

Para más bochorno, en fechas recientes, hemos tenido que asistir a unos hechos que han sido la gota que ha colmado el vaso de nuestra paciencia.

Nuestro presidente, aquel que debiera tener una actitud ejemplar en atención a lo que representa -según los medios de comunicación que se hicieron eco de la noticia-, agredió en las fiestas patronales a un socio de la entidad, por el hecho de haber comentado en su página web la realidad de la que todos somos conocedores. El agredido, Diego Alonso, fruto de aquellas lesiones, tuvo que acudir al centro médico para, posteriormente, denunciar.

Ante la gravedad de los hechos debemos de plantearnos las siguientes preguntas:

¿Hay derecho a que un personaje de esta talla, sin experiencia administrativa ni de gestión, lleve el timón de nuestro Club?.

¿Hay derecho a que un socio de la entidad, hijo además del alcalde, sea víctima de una agresión y nos mantengamos impasibles?

¿Hay derecho a que el presidente del Náutico sea a la vez presidente de Nuevas Generaciones del PP de Camariñas, y que el secretario de la entidad, José Manuel Olveira, lo sea asimismo del comité local del PP?

¿Hay derecho a que se use el nombre de nuestro Club, así como de cargos directivos, en beneficio de determinadas aspiraciones políticas locales?

¿Hay derecho a que debamos seguir soportando la imparable deriva de nuestro querido Club, víctima de la más seria ineptitud, chabacanería y humillación?

No, no hay derecho y no estamos dispuestos a seguir impertérritos ante tal lamentable situación. Exigimos que con carácter inmediato la Junta Directiva del Club Náutico de Camariñas presente su dimisión. En caso contrario, adoptaremos las medidas drásticas que sean necesarias para recobrar el buen nombre de nuestro Club. Socios del Club.