El Camariñas se salva dos veces

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

CAMARIÑAS

JORGE PARRI

Balonmano | Una sanción de 6 puntos obligó a los de Canosa a ganar. Por su parte, el choque del Xiria contra el Luceros fue mero trámite

06 may 2018 . Actualizado a las 23:32 h.

El Camariñas se salvó dos veces. En el sentido literal de la expresión. Había certificado la permanencia hacía varias jornadas tras ganar al colista, O Porriño. Los de Moncho Canosa habían logrado así su objetivo en esta primera temporada en la Primera Estatal de balonmano. Sin embargo todo se torció cuando el SAR Redondela denunció ante la federación una supuesta irregularidad del Camariñas: no tener un equipo juvenil, algo a lo que estaba obligado el club para competir en la liga. La resolución definitiva llegó este viernes por la noche en forma de jarro de agua fría: seis puntos menos en el casillero, los mismos que al Cañiza, el otro equipo denunciado por el SAR Redondela.

El duelo de ayer contra el Bueu se convirtió entonces en toda una prueba de fuego. Fue un partido intenso, con más de 300 aficionados jaleando desde las gradas de O Areal. A los locales solo les valía la victoria contra el Bueu, toda vez que el Redondela ganó su encuentro en A Cañiza (23-25).

Fue un choque de mucha tensión, que se hizo eterno, con ventajas mínimas para los locales (13-12 al descanso). A falta de dos minutos para la conclusión del encuentro, el marcador reflejaba tablas (22-22). Un arreón final certificó la victoria (25-23) y, por tanto, la permanencia, por segunda vez en menos de 24 horas.

Mero trámite del Calvo Xiria contra el Luceros (33-19) pensado en la fase de ascenso

Si en el duelo en O Areal entre el Camariñas y el Bueu se mascó la tragedia, el del Vila de Noia entre el Calvo Xiria y el Luceros fue una balsa de aceite para los locales, que ganaron sin apenas despeinarse (33-19), con una ventaja de 11 tantos al descanso (18-7).

Como vino siendo habitual en las últimas jornadas, el técnico local, Fernando Vázquez Quinteiro, realizó probaturas tácticas durante todo el encuentro con vistas a la disputa de la fase de ascenso a División de Honor Plata. Hizo jugar a los menos habituales y realizó bastantes cambios para ir preparando la liguilla. El de ayer fue un duelo sin chicha, descafeinado y de claro color local, en el que el Luceros bajó los brazos en el ecuador del primer tiempo cuando el marcador reflejaba un claro 7-2 para los locales.